FGV: mentiras que cuestan vidas

Siendo el día que es hoy, he creído interesante dedicar el tema de hoy, dentro de la categoría de "Corrupción", a la empresa pública (dependiente una vez más, de la Generalitat) FGV (Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana), una empresa que gestiona las líneas de metro de Valencia (en realidad, tres de metro y dos de tranvía) y el Tram de Alicante (una especie de combinación de tranvía y metro ligero).
La línea de metro más antigua de Valencia es la Línea 1, inaugurada en 1988. Desde los noventa, aún con Gobierno socialista en la Comunidad Valenciana, empezaron las denuncias por inseguridad en esta línea y, en especial, en la curva que une las estaciones de Pl. Espanya y Jesús. Esta línea no hay que mirarla como una línea de metro, sino de cercanías )aunque sobre el papel sea de metro), puesto que une el centro de Valencia con decenas de pueblos, siguiendo el recorrido del antiguo Trenet.
Conforme pasaban los años, los incidentes y accidentes se iban sucediendo hasta que el 3 de julio de 2006, a punto de venir Benedicto XVI a la ciudad, se producía un descarrilamiento en la curva antes mencionada que arrojó un balance final de 43 muertos y 47 heridos, convirtiendo a este accidente en el más grave de la Historia del metro en España y el más grave en Europa en las últimas décadas. Y aquí empieza la historia negra de FGV.
Desde el minuto uno después del accidente, se intentó ocultar la causa real del accidente, echando la culpa al exceso de velocidad y al conductor. Al mes siguiente (agosto), una comisión de investigación que ocupó treinta días en discutir quiénes hablan en ella y sólo ocupó cinco días hábiles de trabajo (la comisión de investigación más corta de la Historia valenciana y de la española) llegó a la misma conclusión tras vetar a peritos que iban a decir cosas que a la Generalitat no interesaban. Conclusión: un tren tomando esa curva a 80 km/h (velocidad a la que iba el tren, que era el doble de la permitida) volcaba. Cosa que es verdad.
Sin embargo, la verdad del accidente es otra. La caja negra, cuyos datos se descargaron en las instalaciones de FGV con la única supervisión de la policía científica y de un representante sindical (sólo uno de cuatro sindicatos), el cual sería ascendido posteriormente, revelaba que, efectivamente, el tren iba a más de 80 km/h. Lo que muchos ignoran es que la caja negra también reveló que alguien intentó frenar esa unidad hasta en dos ocasiones antes del descarrilamiento. La velocidad no varió ni un ápice. No hay explicación oficial al respecto.
La autopsia descartó que el maquinista estuviera borracho o drogado. Tampoco pudo confirmarse un desvanecimiento. Por supuesto, también se intentó decir que la interventora (también fallecida) estaba dentro de la cabina. Los testigos lo desmienten.
La causa del accidente es hoy uno de los grandes enigmas de este siniestro. La causa oficial es que volcó debido al exceso de velocidad al tomar la curva. El informe policial lo desmiente. Según este informe, el tren no llegó a tomar la curva, sino que hizo un recto. De hecho las primeras marcas apreciables se encontraron en el techo del túnel, al golpear el tren contra él. ¿Cómo pasó? Sólo puede explicarse si el tren se salió de la vía. También hay varios informes que desmienten que el accidente fuera "fortuito" e "inevitable" (he aquí, además, otra prueba de que no lo era).
También es extraño lo que sucedió con el bogie (tren de ruedas) delantero, que se desprendió. En este post publiqué una foto en la que puede verse el vagón volcado. El bogie, al parecer se desprendió del vagón y continuó por la vía. Pues bien, dicho bogie desparece hasta la llegada del vagón a las cocheras de València Sud.
Con respecto a la seguridad en la Línea 1, hay que señalar que José Ramón García Antón, entonces conseller de Infraestructuras y Transportes, el día del accidente, se atrevió a decir en Canal 9 que el metro valenciano es seguro. Ese mismo día, no se atrevió a afirmar lo mismo en Telecinco. ¿Demasiada gente podría enterarse de la mentira? Cabe señalar que en los años anteriores al accidente, la Línea 1 de Valencia era la que más accidentes acumulaban de toda la red de metro de España. El más grave, en septiembre de 2005 en Picanya. 35 personas heridas al chocar tres trenes porque un "maquinista ignoró una señal de parada al ser cegado por el sol". Antes del accidente, algunas maquinas no pudieron salir de cocheras por fallos en el sistema eléctrico de frenado. Yo mismo he sido testigo de algún incidente. En 2007 descarriló otro tren en Benaguasil y en 2008 en Benimàmet. Además, la misma unidad del desgraciado accidente ya había sufrido otros accidentes, el más sonado, en 2003 al descarrilar cerca de Picassent. Pero el libro de averías, y sus copias, permanecen desaparecidos.
¿Y el dinero? Curiosamente, FGV no consideró importante colocar una baliza de frenado en el túnel entre Pl. Espanya y Jesús. La razón extraoficial es que era demasiado cara (3.000 euros). Pero para pagar cuanto antes las indemnizaciones a los familiares de los fallecidos, no se miró el dinero. Ni siquiera se miró el dinero cuando, después del accidente, se instaló la baliza. Se descubrió entonces la existencia de una baliza... ¡que no estaba programada!
¿Qué hay de las partidas presupuestarias destinadas a modernización de la Línea 1? La concedida por el Gobierno central en 2001 fue desviada a Terra Mítica. En2002, ese dinero sirvió para compensar la deuda de la Generalitat (esa deuda que no existe). En 2003, la Generalitat sólo entregó a FGV el 22,8% de lo presupuestado. En 2004, la cifra se redujo al 6,7%. En total, más de cien millones desaparecidos. Y este año se van a gastar 15 millones en repintar las estaciones. Quizá el dinero lo saquen de lo que cuestan los billetes, pues tenemos el metro más caro de España. Una ruleta rusa muy cara.
El Gobierno autonómico calla y da la espalda (Camps aún no se ha reunido con las víctimas a pesar de que las lleva "en el corazón"). La Oposición socialista calla (no vayan a acusarles de utilizar a los muertos). El Gobierno central sólo habla cuando Camps pide la dimisión de Magdalena Álvarez (qué huevazos tiene también Camps y qué cara más dura). Y los sindicatos callan (iban a presentar una demanda conjunta entre los cuatro por la muerte de dos trabajadores, el maquinista y la interventora, pero se retiraron en el último momento).
Ahora las víctimas ni siquiera pueden pedir Justicia ni una investigación imparcial. El vagón fue desguazado el pasado año con dos recursos pendientes (con órdenes y contraórdenes de la jueza Nieves Molina, la cual pide que desguacen el vagón, después que no lo desguacen, pero al enterarse de que ya lo han desguazado, que para esto sí se dan prisa, vuelve a mandar que lo desguacen). Por cierto, ¿por qué el fiscal pide el archivo de la causa? Porque está igual de untado que el resto de implicados en esta trama.
Esto tan sólo es la punta del iceberg, pero por hoy basta rollo. Otro día seguiremos.