Ibi

Con todo lo que está cayendo en el PP con la operación Gürtel, hay otro caso de corrupción que está pasando desapercibida y en la que, además, no faltan espías. Todo esto se debe a la lucha que mantienen zaplanistas y campsistas por el control del Partido Popular, lucha que se ha recrudecido en Alicante.
En la ciudad alicantina de Ibi, la edil Felicidad Peñalver y la alcaldesa Mayte Parra (ambas del PP, pero la primera afín de Zaplana y la segunda de Camps) inician una guerra cruzada de dossiers. Según Peñalver, determinadas decisiones municipales beneficiaron a familiares de ciertos concejales y la propia alcaldesa. También hablaba de irregularidades en gastos y contrataciones. La empresa Promociones Toplabi podría ser una de las beneficiadas. Ella denunció la situación a la dirección provincial del PP mientras que la alcaldesa la acusó de "investigar" a sus propios compañeros.
La concejala fue expulsada por estas "investigaciones", aunque según la alcaldesa, había "numerosos, variados y para no aburrirse"motivos para expulsarla. Además, le abrieron un expediente en el PP regional para evitar un enfrentamiento entre Ripoll y Camps. Para intentar desactivar las acusaciones de Peñalver, la dirección en Valencia ha sugerido a la alcaldesa que anuncie el encargo de una auditoría para dar imagen de transparencia y falta de peso en los argumentos de la concejal apartada del grupo.
Sin embargo, las acusaciones de corrupción no vienen sólo de una edil díscola. Mayte Parra pudo adjudicar la urbanización de un PAI a una oferta 2,5 veces más cara que la impulsada por los propietarios del suelo, según denunció José Gimeno, uno de los dueños afectados.
Veremos cómo se desarrolla este caso, si nos lo permiten saber los medios de comunicación regionales.