En 2003, el director de cine ruso Andrei Zvyagintsev debutaba en la gran pantalla con esta película. Empieza con dos hermanos cuyas vidas cambian por completo cuando reciben la visita de un hombre que dice ser su padre, al que no conocen porque se marchó de la casa familiar doce años antes. Los hermanos reciben al desconocido de formas muy diferentes, mientras uno lo acepta, el otro recela. Pero el padre está dispuesto a recuperar el tiempo perdido y decide llevárselos un fin de semana de pesca a una solitaria isla.
Que nadie espere encontrar una película tierna e incluso divertido. Es todo lo contrario. Nos encontramos ante un drama duro e intenso sobre las relaciones entre los miembros de una familia desestructurada. Si ha ello le añadimos el típico viaje (narrado de forma nada típica) iniciático de dos adolescentes y su despertar al mundo adulto, podemos afirmar que esta es una obra maestra más llegada de Europa del Este.
Los personajes están muy bien tratados y las situaciones son completamente realistas.
Contiene además, mucho simbolismo (que no voy a desvelar aquí) en su lenguaje y sus técnicas narrativas, desde la utilización de un filtro azul hasta los paisajes que sirven de decorado para la historia.
A pesar de su dureza, merece la pena verla.
domingo, 1 de febrero de 2009
El regreso
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2 comentarios:
Ufff, se me van acumulando películas en el emule...
Saludos.
Jejejeje.
Espero que no por mi culpa.
Saludos.
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