Cuando el PP pide dignidad parlamentaria

Imputado no es lo mismo que condenado. Este argumento esgrime el PP y sus seguidores cuando les interesa. Así, por ejemplo, el PP abandonó hace unos días el parlamento balear durante las intervenciones de Bartolomeu Vicens, portavoz del Grupo Mixto. Con todo el morro del mundo dicen que lo hacen por dignidad parlamentaria.
Supongo que la misma dignidad parlamentaria les lleva a apoyar a los políticos imputados por diferentes corrupciones por toda la Comunidad Valenciana.
Y ya que estamos hablando de políticos valencianos imputados, vamos a hablar del imputado por excelencia: Carlos Fabra. Y hablamos de él porque parece que se le suman los casos que se atascan en los juzgados. Fabra es el máximo responsable (entre otras cosas) del Club de Campo del Mediterráneo de Borriol (Castellón). Allí se organizó un campamento. En julio de 2007, a María Ortega Cirera, una niña de seis años, le cayó encima un macetero sin anclajes. Murió. Además, los monitores no tenían titulación ni licencia para la organización de este tipo de actividades.
Los únicos imputados han sido los dos monitores, pero el juez que lleva el caso no ha escuchado a ninguno de los organizadores del campamento ni a ninguno de los responsables del Club de Campo (entre ellos, el propio Fabra).
Y ahora, que cada uno adivine las razones por las que este caso lleva, desde entonces, atascado.