Cuando Benedicto XVI visitó Valencia

Que Camps tiene una fijación especial con la Iglesia es algo innegable. Es por eso que siempre ha intentado favorecer a la Universidad Católica, dependiente del arzobispado de Valencia, a la cual concedió la carrera de Medicina (en la que se formarán médicos "moralmente cristianos", o sea que nada de abortos, eutanasias o métodos anticonceptivos), sin estar homologa por el Ministerio de Educación.
Pero donde mejor se vio esto fue en la visita del Papa Benedicto XVI a Valencia con motivo del V Encuentro de las Familias. Primero la desinformación que hubo con la visita. Meses antes se dijo que pasaría todo el fin de semana en Valencia, pero finalmente no pasó ni 24 horas "por culpa de la política Zapatero". Y las previsiones económicas que se hicieron fueron demasiado optimistas.
Y es en el tema económico donde vamos a parar un momento. Todavía no se sabe la cantidad real que costó la visita. Y ni se sabrá. La visita "costó lo que tenía que costar". Y punto.
No conocemos tampoco las actas de las reuniones del consejo de administración de dos sociedades públicas, la Sociedad Proyectos Temáticos de la Comunidad Valenciana (presidida por el vicepresidente segundo Gerardo Camps) y la Sociedad Gestora para la Imagen Estratégica y Promocional de la Comunitat Valenciana (presidida por el vicepresidente primero Vicente Rambla).
Dos años y medio después tampoco conocemos las cuentas de la Fundación V Encuentro Mundial de las Familias, una fundación pública creada para cubrir los gastos de la visita de Benedicto XVI. La fundación está formada por la Generalitat, la diputación, el ayuntamiento y el arzobispado. Hasta ahora no ha presentado ninguna cuenta, a pesar de estar obligada, al tratarse de dinero público. La excusa oficial, "un fallo humano o informático".
Yo soy muy mal pensado y creo que cuando alguien no quiere hacer públicas sus cuentas es porque algo esconde. ¿Algún día sabremos lo que costó la visita del Papa, con su megalatar al estilo concierto de rock? No lo creo.