miércoles, 24 de febrero de 2010

Amenazas

Vivimos en un país en el que cada uno, para imponer su verdad, se dedica a amenazar a todo aquel que va contra su estatus. Un caso práctico es la Iglesia y sus amenazas de excomunión contra aquellos políticos favorables al aborto. Otro son los controladores aéreos enviando correos a los diputados preguntándoles si tendrán miedo a coger un avión, he instándoles a votar en contra de la norma que racionalizará sus salarios, acabará con las horas extras a precio de oro y liberalizará el servicio, bajo el pretexto de la seguridad a la hora de volar. Ahí es nada.

Y después tenemos los políticos que, en muchos casos, también se dedican a la amenaza pura y dura (en la Comunidad Valenciana hay casos para dar y tomar). Hace unos días, en Yunquera (Málaga), la noche del Carnaval terminó con los trabajadores responsables de fiestas perseguidos por los energúmenos y a gritos del estilo: “Socialistas hijos de puta, cabrones, maricones, os vamos a matar, fuera Zapatero, fuera Paco Oliva, viva España, viva Franco y que vuelva Víquez, ¡Víquez, Víquez, Víquez!”.
Además de amenazas de muerte contra los socialistas, se oyeron insultos tales como "maricón, hijo de puta, zorra y guarra".
Según denuncian los socialistas, los agresores (llegaron a la agresión física) eran simpatizantes del PP. Vamos, que el señor del bigote y el dedo plantado está creando cátedra entre los suyos.

2 comentarios:

manuhermon dijo...

Es una cuestión altamente preocupante. El franquismo sociológico, estaba agazapado, y el fascismo en minoría y retirado, avergonzado. El principal mérito de Aznar ha sido revitalizar todos los tipos de franquismo y abrir las puertas al fascismo. Al fascismo como concepto no como insulto. El fascismo italiano el de Falange, el nazismo, el de agresiones físicas y violencia variada el que se apoya en sectores populares, el xenofobo y racista, el ultracatólico y machista.
En verdad es un tema altamente preocupante.

Kurtz dijo...

Creo que ya lo he dicho otras veces, pero aquí en la Comunidad Valenciana llevamos décadas sufriendo ese fascismo, gracias al auge de movimientos de ultraderecha, auge auspiciado por Zaplana y Camps.