Tras la negativa de los municipios de Vic y Torrejón de Ardoz (a los que se suma ahora, y no es un chiste, Lepe) de empadronar a inmigrantes ilegales, este país ha vuelto a mirarse en el espejo del racismo.
Hace unos días, el diario El País publicaba un reportaje bastante esclarecedor sobre el tema. Discotecas y bares de Torrejón de Ardoz donde no podías entrar si eras negro. Dos de estos locales pertenecen al vicealcalde y concejal de Urbanismo, José Luis Navarro; y la otra a Valeriano Díaz, concejal de Vías, Obras y Medio Ambiente. Ambos del PP.
No sólo eso. Según denuncian colectivos de inmigrantes, los negocios regentados por inmigrantes son acosados con multas y visitas policiales. También denuncian la imposibilidad de abrir nuevos establecimientos como locutorios o bazares debido a una ordenanza municipal.
Como he dicho al principio, este país se está mirando una vez más en el espejo del racismo. Y lo peor es que hay algunos a los que les gusta la imagen que ven reflejada.
viernes, 5 de febrero de 2010
El espejo del racismo
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2 comentarios:
Muchos se están pasando muchos pueblos y no están midiendo las consecuencias. Vamos a ver en qué para todo esto.
No sé dónde llegará todo esto, pero desde luego el camino empieza a dar miedito.
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