domingo, 14 de febrero de 2010

Milagro en Milán


A pesar de sus elementos fantásticos, esta película que dirigió Vittorio De Sica en 1950 está considerada una de las cumbres del neorrealismo italiano. La película está ambientada en un barrio de chabolas situado en Milán y centra su protagonismo en Totó, un chico huérfano que, debido a su mayoría de edad, acaba de dejar el orfanato. Él, profundamente optimista, acaba en un barrio chabolista donde convencerá a los residentes para que levanten un nuevo barrio mejorando las casas en las que viven. Pero durante las obras descubrirán petróleo, lo que llamará la atención de poderosos personajes que querrán echarlos de la zona para poder aprovecharse del descubrimiento.
La película supone una alegoría sobre la pobreza y la injusticia social en una sociedad que aún se recuperaba de los efectos y secuelas de la guerra. Sin duda, puede rivalizar con Ladrón de bicicletas, si bien está contiene algunos toques propios de la comedia y no es tan pesimista (ni realista) como aquélla. Aún así, es una buena oportunidad de ver una gran película.

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