Hace unas semanas, María Antonia Iglesias se refería a los "padres espectáculo", aquellos que la televisión utiliza para darse audiencia aprovechando alguna tragedia personal. Ningún programa se libra del sensacionalismo que rodea a los casos más mediáticos de este tipo. Resulta lamentable que Las mañanas de Cuatro (programa cada vez más escorado hacia el sensacionalismo y el puro alarmismo) realice una conexión en directo durante toda una mañana para mostrarnos como un grupo de vecinos, comandados por el abuelo de Marta del Castillo, buscan el cuerpo de la adolescente asesinada. O como Espejo público reune al padre de Marta del Castillo y al padre de Mari Luz con el titular "Por primera vez juntos". O del bombardeo al que nos sometieron todas las televisiones con el caso Madeleine, bombardeo que aún está dando sus últimos coletazos.
No sé cómo reaccionaría yo si estuviera en la misma situación que estos padres. Comparto el dolor de esta gente, dentro de lo que soy capaz de imaginar (no he pasado por esas situaciones). Pero no creo que haya nada malo en decir que las televisiones, en su afán de ganar audiencias y de competir en sensacionalismo, han convertido a estos padres en "padres espectáculo".
Supongo que es cuestión de alimentar el morbo de las audiencias, una actitud bastante lamentable. Y que nadie diga que el afán es informar de estas tragedias, porque no se informa de todas por igual. ¿O es que ya ha aparecido Yeremi Vargas, el niño que desapareció en Gran Canarias, y no me he enterado?
jueves, 11 de febrero de 2010
El sufrimiento como espectáculo
Firmado por Kurtz a las 15:00
Categoría: Televisión
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