Nunca he entendido el concepto de celebrar el Día da la Comunidad (la que sea) ni el Día de la Hispanidad. ¿Por qué? Porque simplemente, lo que debería ser una fiesta para todos los habitantes de esa comunidad se convierte en una fiesta nacionalista.
Quien viese el domingo el programa Caiga quien caiga, pudo ver como un año más acudían al desfile militar gente con ideas no muy democráticas ("La democracia es una mierda") y gente que se considera "española" por el simple hecho de llevar una bandera preconstitucional encima.
En la Comunidad Valenciana también hemos tenido recientemente una fiesta nacionalista: el 9 de octubre. Y, evidentemente, la cosa no podía salir bien.
Los catalanistas colgaron una bandera independentista de seis metros, algo que retrasó el desfile previsto, mientras que miembros de España 2000 y Alianza Nacional (dos organizaciones neonazis, como lo demuestra el hecho de Manfred Roeder, fundador de Iniciativa Cívica Alemana y miembro de la Hitlerjugend vaya a hablar en la sede de la segunda) increparon a los que desplegaron la baderaza con gritos, insultos y gestos de ideología nazi. Mal por unos y mal por otros.
También comentable sería la reconstrucción "histórica" de la entrada de Jaume I (del que se celebra este año el 800 aniversario de su nacimiento) en Valencia. Había que realizar un megaevento (ya no tenemos Copa América y, hasta el año que viene no volverá la Fórmula 1), por lo que no voy a hablar del dinero que costó el acto. Lo que me resultó curioso es la "licencia" que se tomaron en esa recreación al aparecer la Senyera con la franja azul.
En fin, si Jaume I levantara la cabeza...
martes, 14 de octubre de 2008
Fiestas nacionalistas
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2 comentarios:
Deberíamos encerrarlos a todos juntos en una plaza de toros, para que dirimieran sus diferencias de la manera más democrática posible. Y de paso dejaban en paz a los demás.
Por lo menos así, las plazas de toros servirían para algo más cívico y decnte de lo que sirven ahora.
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