martes, 5 de octubre de 2010

Los sucesos de Vitoria

En 1976, todavía estaba prohibido en España el derecho de reunión, manifestación y huelga. Los sindicatos eran ilegales, a pesar de lo cual, convocaban constantemente huelgas generales. El 3 de marzo de 1976, una de esas huelgas sería seguida masivamente por los trabajadores, tomando un cariz dramático en Vitoria. En la iglesia San Francisco de Vitoria estaba prevista una asamblea de trabajadores. Haciendo caso omiso de las protestas del párroco, la policía entró en la iglesia y conminó al desalojo. Tras esto, arrojó al interior gases lacrimógenos. La gente empezó a salir del edificio, medio asfixiados, y fueron apaleados o, directamente, ametrallados. En el acto murieron dos trabajadores, cuatro resultaron heridos de gravedad (de los cuales, tres morirían en los días posteriores), y más de cine resultaron heridos en diferente consideración. Un quinto trabajador moriría dos meses después.
La matanza, una de las primeras que se producía en plena Transición, tuvo una importante repercusión. El cantautor Lluís Llach escribiría la canción Campanades a mort (Campanadas a muerte). La represión policial, en vez de solucionar el conflicto, lo recrudeció. Durante los siguientes meses se sucedieron los disturbios y las huelgas generales de protesta. El 9 de marzo de ese mismo año, cuatro manifestantes murieron tras una carga policial antidisturbios en Vitoria.
Manuel Fraga (ministro de Gobernación), Rodolfo Martín Villa (ministro de Relaciones Sindicales) y Alfonso Osorio (ministro de Presidencia) fueron señalados como responsables políticos de la matanza. Ninguno de ellos pagó por esa responsabilidad.

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