viernes, 22 de abril de 2016

El error de Pablo Iglesias al criticar a la prensa

Todo los medios de comunicación se han puesto de acuerdo en algo desde ayer: Pablo Iglesias ha llevado a cabo un intolerable ataque a la libertad de prensa de este país. ¿Qué es lo que hizo? Criticar las "informaciones" que desde algunos medios se publican sobre Podemos.
Es verdad que Iglesias cometió un error. Su error fue haber personalizado su crítica hacia un periodista concreto. El resto de sus palabras son, sin embargo, suscribibles al cien por cien.
Estamos sobresaturados de "informaciones" sobre Podemos. Muchas de ellas ni siquiera son ciertas. Eduardo Inda, por ejemplo, airea cada semana en La Sexta un informe policial que vincula a Podemos con financiación irregular de Venezuela. Sin embargo, los jueces han archivado todas las querellas presentadas al respecto e, incluso, han desestimado dicho informe que ni siquiera está firmado ni sellado. Es solo un ejemplo entre mil de las falsas informaciones que se publican sobre Podemos. Y de esto no dicen nada los periodistas, ni siquiera en La Sexta (claro, Inda cada semana les hace un Trending Topic).
Los periodistas, en un ejercicio de corporativismo casi vergonzoso secundado por la gran mayoría de la profesión, se han quejado por las críticas de Pablo Iglesias. Parece que los periodistas pueden criticar pero ellos no pueden ser criticados. Las asociaciones de periodistas han salido en tropel a censurar sus palabras. No decían nada sobre las ruedas de prensa de Rajoy sin preguntas o, directamente, en un plasma. Tampoco salieron las asociaciones de prensa a emitir comunicados cuando Esperanza Aguirre hablaba de "La Secta" (en vez de La Sexta) y calificaba a sus periodistas de mamporreros. O cuando miembros del PP amenazaban veladamente a periodistas como Jesús Cintora (que fue apartado y recuperado gracias a la presión social por la cadena que le despidió) o Javier Ruiz. Ni siquiera cuando Aznar le metió un bolígrafo en el escote a Marta Nebot cuando ésta le hizo una pregunta incómoda. Tampoco tras los sucesivos ERE (uno de los más prolíficos a este respecto es el diario El Mundo) y la precarización de la profesión.
El periodismo debe hacer autocrítica y aceptar que a el los también se les puede criticar sin por ello estar atacando la libertad de prensa.

martes, 12 de abril de 2016

La élite que nos roba

La filtración y publicación de los Papeles de Panamá nos evidencia lo que ya sabíamos: existe una élite de poderosos que nos roba y se ríe de nosotros mientras lo hace. En la filtración panameña aparece un listado de empresas pantalla propiedad de diferentes personas de diferente condición, pelaje, ideología y países. Actores, directores de cine, deportistas, políticos, monarcas... De España, Marruecos, Argentina, Rusia, China, Islandia, Francia, Reino Unido, Ucrania... Liberales, progesistas, conservadores...
Viven bien, viven a nuestra costa. Celebramos sus goles o sus victorias. Seguimos los dogmas políticos que nos imponen. Los defendemos o atacamos en tertulias de bar. E, incluso, hasta aplaudimos cuando organizan mercadillos solidarios (caso de Pilar de Borbón, la hermana de Juan Carlos y tía de Felipe VI).
¿Y aún pensamos que no hay que cambiar las cosas? El sistema entero es lo que hay que cambiar para que dejen de robarnos como lo están haciendo mientras a nuestros nos aprietan el cinturón tanto que la única opción que nos queda es apretarnos otra soga en el cuello.

lunes, 11 de abril de 2016

Mónica Oltra, ¿por qué no?

Hace unos años exitía en Televisión Española un programa llamado Tengo una pregunta para usted. En él, ciudadanos de la calle realizaban preguntas a políticos. En cierta ocasión, el político entrevistado fue Josep Lluís Carod-Rovira, líder por entonces de Esquera Republicana de Catalunya (ERC). Rovira perdió los papeles cuando un par de entrevistadores, con ánimo de molestar, insistieron en llamarlo José Luis, alegando que no entendían catalán.
Hace unos días en Valencia ha pasado lo contrario. El centro de la polémica ha sido Mónica Oltra, que insiste en que la llamen Mónica y no Mònica. La diferencia puede parecer una tontería para cualquiera fuerra de la Comunidad Valenciana. Solo cambia la dirección de la tilde. Resulta que Mónica es castellano y Mònica valenciano. Y aquí algunos se han tirado al cuello de la política.
Mónica Oltra está en su derecho de llamarse Mónica igual que Carod-Rovira de llamarse Josep Lluís. Y sobran más polémicas. Ella perfectamente puede defender los intereses de los valencianos llamándose Mónica. Una cosa es defender la cultura de una región y otra es convertirse en talibanes lingüísticos.

domingo, 10 de abril de 2016

Un pacto que no sirve para nada

Los recientes atentados de Bruselas han vuelto a traer a la luz el pacto antiyihadista que en España han firmado casi todos los partidos políticos. Las miradas se dirigen, como no, a Podemos, uno de los no firmantes. Muchos les han criticado, algunos incluso les han acusado de complicidad con el terrorismo. Pero, ¿sirve de algo el pacto antiyihadista?
El pacto antiyihadista solo contempla medidas de seguridad para evitar futuros atentados (cuando uno nos golpea), medidas que en la práctica suponen más recortes de libertades. Pero no ataca la raíz del terrorismo: su financiación y el control de las armas. Tampoco contempla medidas integradoras socialmente.
En la práctica, el pacto antiyihadista es papel mojado en su objetivo de acabar con el terorismo. Así pues, me parece bien que Podemos no lo firme. Para condenar el terrorismo no es preciso firmar ningún papelito, y menos si no lleva a ninguna parte.

viernes, 8 de abril de 2016

La culpa es de Podemos

Mucho van a tener que cambiar las cosas o habrá repetición de elecciones en junio. El entendimiento está cada vez más lejano.
Hoy todos tienen un claro culpable: Podemos.
PSOE y Ciudadanos atacan conjuntamente a Podemos por proponer cosas inasumibles. Incluso el PP, que nada tiene que hacer se ha sumado a este nuevo "Todos contra Podemos".
Pedro Sánchez, el líder de los socialistas se encuentra rehén. Rehén de su propio partido. Sus barones, y en especial Susana Díaz, que espera su oportunidad para saltar de Andalucía a España, ya presionaban desde antes de las elecciones para que Sánchez no pactara con Podemos. Fruto de esa presión nació el pacto entre PSOE y Ciudadanos, que evidenció su fracaso en el debate de investidura. Pero Sánchez sigue con ese pacto, que ahora lo convierte en rehén también de Ciudadanos. ¿Alguien recuerda cuando Ciudadanos criticaba a Podemos por pedir sillones? Pues ahora son los de Ciudadanos los que quieren sillones. Ciudadanos, el partido que quedó cuarto en las elecciones es quien está marcando la agenda de Sánchez.
Pedro Sánchez argumenta que no dan los números para un Gobierno de izquierdas. Esto es rotundamente falso. Ayer se derogó en el Parlamento la LOMCE; hubo suficiente mayoría (por cierto, Ciudadanos se abstuvo, contraviniendo lo pactado con el PSOE; muy fiables no son).
Pero es verdad: la culpa de la falta de acuerdo es de Podemos. Podemos tiene la culpa porque, siendo un partido de izquierdas, se empeñe en un pacto de izquierdas, con fuerzas de izquierdas y sobre la base de un programa de izquierdas. Podemos tiene la culpa por intentar buscar lo que necesita España, un Gobierno que suponga un cambio real. Y eso no se lo van a perdonar, ni la derecha ni los socialdemócratas que van de socialistas.

jueves, 7 de abril de 2016

La Historia nos juzgará

En los años treinta, miles de españoles marcharon al exilio por la guerra civil. En los años de la dictadura muchos más emigrarían en busca de mejores oportunidades. Durante la Segunda Guerra Mundial, muchos europeos también tuvieron que dejar sus casas ante el avance de los nazis. Y, de repente, Europa olvida su pasado.
Ante el flujo de refugiados que llegan huyendo de la guerra de Siria, ¿qué hace Europa? Cerrar las fronteras. Los refugiados quedan hacinados en Grecia e Italia y después son expulsados del sueño europeo. La Unión Europea firma un acuerdo vergonzoso con Turquía para que los refugiados sean expulsados a ese país. Turquía los asesina, los hunde en el mar o los tirotea. Hombres, mujeres, niños. De forma indiscriminada.
Frente a la vergonzosa respuesta al drama por parte de políticos europeos, turcos y saudíes (que se niegan a acoger a los refugiados) está la respuesta social, mucho más solidaria.
Aun así, la Historia nos juzgará. Y el veredicto no será dse inocencia.

miércoles, 6 de abril de 2016

El fanatismo destruye la Humanidad

Cada vez me queda más claro que caminamos hacia nuestra propia autodestrucción como Humanidad. El ser humano es un cáncer, no solo para el planeta, si no también para el propio ser humano.
En Bruselas (Bélgica), unos terroristas ponen bombas en el aeropuerto y el metro, matando a más de treinta personas e hiriendo a más de trescientas. La respuesta de los grupos ultraderechistas es atacar mezquitas y reventar actos de homenaje a las víctimas. Y de paso, si ven a una mujer musulmana caminando por la calle, la atropellan.
Y pasando más desapercibido esta lo del terrorista que pone una bomba en Lahore (Pakistán), en un parque infantil (este atentado ni siquiera merece una página en Wikipedia). Mueren más de sesenta personas, mayoritariamente niños y mujeres.
Vivimos tiempos atroces. Tiem pos de fanáticos a uno y otro lado, que nos encaminan hacia la destrucción.
Malditas las religiones y las ideas y creencias que generan fanáticos. Habéis matado al ser humano.