En numerosas ocasiones ya he comentado en este blog casos que traspasan la libertad de expresión para convertirse en libertinaje de expresión, sobre todo a raíz de la obsesión de la llamada caverna mediática por vincular a Zapatero con ETA.
En estas últimas semanas se ha podido constatar que esa caverna mediática está muy nerviosa, en especial por el crecimiento que sigue experimentando Podemos. Realmente, ese nerviosismo no es patrimonio exclusivo de la caverna mediática, ya que diarios como El País también se están apuntando a esa campaña obsesiva contra Podemos. Pero es la derecha mediática la que se está retratando más.
Recientemente, el diario La Razón publicaba que el padre de Tania Sánchez, de Izquierda Unida, había recibido un piso de Protección Oficial. La información resultó no ser cierta y obligó al diario a publicar una rectificación (con la boca pequeña, todo sea dicho de paso) por la "confusión" publicada.
Pero contra quien más ensañamiento está habiendo es contra Podemos. Y en algunos casos, los manipuladores ni siquiera son sutiles. Hace unos días, la COPE, en su página de Facebook, publicaba una noticia sobre el pederasta de Ciudad Lineal ilustrándola con una fotografía de Íñigo Errejón (contra quien, por cierto, también se está llevando una campaña de desprestigio brutal). De nuevo, con una rectificación, se "solucionó" todo. Pero el daño permanece ahí y que a nadie le extrañe que dentro de unos años se difundan bulos en los que se diga que Errejón es un pederasta.
Pero donde más despreciable es esta campaña de libertinaje de expresión es en las cadenas públicas de los Gobiernos controlados por el PP. Telemadrid es un ejemplo práctico. Hace unos días, Telemadrid informaba sobre las primarias de Izquierda Unida, ganadas por Tania Sánchez. Y la cadena ilustró la información con una imagen de Tania Sánchez besándose con Pablo Iglesias, el líder de Podemos. De hecho, desde hace tiempo son varios los medios de comunicación que reducen a Tania Sánchez a la condición de novia de Pablo Iglesias. La cadena pública madrileña ofreció otro golpe bajo contra Podemos al ilustrar otra noticia juntando los anagramas de ETA, Sortu y Podemos. La mezcla de anagramas venía a cuento de una información del diario ABC según la cual se decía que los presos de ETA pedían el voto para Podemos para lograr excarcelaciones masivas, y ya se sabe que cualquier excusa es buena para mezclar ETA y Podemos.
Y hablando de cadenas públicas, ahí tenemos el ejemplo de Televisión Española. Cuando Pablo Iglesias fue elegido secretario general de podemos, en los telediarios de TVE no supieron ubicarlo y en los rótulos lo nombraron primero secretario general del PSOE y después de IU. Pero lo más ignominioso se vivió el viernes pasado. Tras más de un año ignorando al líder de Podemos, por fin se decidieron a entrevistarlo, eso sí, en el debate del canal 24 horas, que no es cuestión de darle mucha audiencia. En el programa vimos a cuatro tertulianos (incluido el presentador) contra Pablo Iglesias, ante los que éste se defendió perfectamente. El momento más tenso se vivió cuando Iglesias se encaró ante Alfonso Rojo (un periodista condenado y amonestado varias veces; una vergüenza que esté en una televisión pagada por todos los españoles) y cuando el presentador le dio la enhorabuena a Iglesias por la excarcelación de varios presos etarras. Que estas cosas pasen en una televisión pública pagada por todos demuestra el poco talante democrático del Gobierno de Rajoy.
En democracia cabe la crítica, por supuesto. Pero la libertad de expresión no es un cheque en blanco. Los periodistas deberían ser los primeros en dar ejemplo y por una buena salud e higiene democrática y periodística deberían ser los primeros interesados en ser veraces. En el periodismo de verdad, en el auténtico, no caben los insultos a opciones políticas que no gustan. No confundamos opinión y crítica con insulto, que no son lo mismo.