lunes, 16 de junio de 2014

El caso de Mariano Jiménez: la mentira por bandera



A principios de mes saltaba la noticia: Mariano Jiménez (el tipo de la fotografía), miembro de Nuevas Generaciones en Elda (Alicante), era agredido al grito de "Facha" y "Viva la República". Dirigentes del PP, como Serafín Castellano, denunciaron el suceso. También lo hizo la cadena altavoz del PP, 13TV, donde utilizaron este suceso para criminalizar a partidos políticos como Podemos o Compromís, y diferentes grupos sociales y de izquierdas.
Pero todo esto resultó ser mentira. Mariano Jiménez no fue atacado por peligrosos radicales de izquierdas no simpatizantes de la República. Según la investigación policial, Mariano Jiménez se reunió con la persona a la que posteriormente denunciaría por la agresión y no por razones políticas. La persona que posteriormente sería denunciada quería saber si entre Mariano Jiménez y su exnovia había habido algún tipo de relación en el tiempo que habían permanecido separados ya que ella lo negaba pero Mariano Jiménez lo afirmaba. Hubo una discusión de la que no salió nada en claro y el denunciado se marchó insultándolos y llamándolos "falsos". No hubo ninguna agresión. Al día siguiente, recibió la llamada de la policía anunciándole la denuncia interpuesta por Mariano Jiménez contra él. Cuando los hechos empezaron a descubrirse, Mariano Jiménez trató de retirar la denuncia y llamó al denunciado para disculparse (aunque esto lo niega) y aseguró que cometió un error inducido por los asesores del PP de Elda, quienes le aseguraron que su carrera política se vería beneficiada de esta forma. En la investigación policial incluso se habla de que las lesiones que presentaba Mariano Jiménez habían sido autoinducidas.
En el PP de la Comunidad Valenciana ya están demasiado acostumbrados a la mentira y el ridículo. Cosas como esta están siendo demasiado habituales. A veces esconden rivalidades de partido, como en el caso del extraño secuestro de Carmen Zaplana. Otras, simplemente, es puro oportunismo.
En una situación como la actual, en la que el sistema político está tan cuestionado, estas actitudes son demasiado peligrosas. Precisamente, los que se autoerigen en adalides de la democracia son los que no dudan en mentir y simular delitos para ganar notoriedad política e ir de victimistas. Saben que, después de todo, tienen un altavoz en forma de ultraderechista y rancia televisión (13TV) y de no menos rancio y ultraderechista partido político (PP). Casos hay para dar y tomar: desde el clásico Bartolín y su falso secuestro de ETA hasta más recientes como la pelea de bar en la que Hermann Terstch se vio involucrado y que él transformó en una agresión contra él por parte de seguidores de El Gran Wyoming, o más recientemente, la criminalización de la PAH a raíz del asesinato de Isabel Carrasco.
Del PP y sus cadenas de televisión podemos esperar cualquier cosa. Pero hay actitudes que traspasan la línea. Mariano Jiménez ha demostrado que es capaz de cualquier cosa (mentira y autoagresión incluidos) para medrar. Pero, ¿qué hacemos con las cadenas que los promocionan? ¿Qué hacemos con esas cadenas dispuestas a tragarse un montaje para enardecer a sus audiencias y después, cuando se descubre el pastel, ni siquiera piden perdón, o lo hacen con la boca muy pequeña y de forma muy escueta?

domingo, 15 de junio de 2014

El marqués del vino




El marqués del vino, de Rafael Simón Redón, es una novela histórica ambientada en el siglo XIX. Sigue los pasos del marqués de Pedral, quien intentará desenmascarar a los conspiradores que obligaron a su padre a exiliarse a Francia y tratará de introducir en España nuevas técnicas para la elaboración del vino y darle así más calidad.
Esta novela me ha resultado una de las más fascinantes e interesantes que he leído entre las novelas históricas. Por un lado, las intrigas que rodean a los personajes dan interés a la trama. Por otro lado, resulta fascinante las descripciones de los vinos y de su elaboración, algo en lo que se nota el interés del autor y que hace que el lector casi saboree esos vinos.
En definitiva, El marqués del vino es una interesantísima novela que los aficionados al vino podrán disfrutar, pero también los amantes de las novelas históricas.

sábado, 14 de junio de 2014

El derecho a la pereza



En Derecho a la pereza, Paul Lafargue aboga, de manera lúcida, por la reducción de la jornada laboral, trabajar menos para disponer de más horas libres en las que uno pueda autorrealizarse, y alejar el trabajo de la mera explotación económica. No se trata de trabajar para vivir y no vivir para trabajar. Lafargue también utiliza un tono irónico (ya desde el mismo título) para defender unas ideas consideradas utópicas, aunque más de uno seguramente estaría dispuesto a que se implantasen.
En definitiva, Derecho a la pereza es una interesante obra que no deja a nadie indiferente.

martes, 10 de junio de 2014

Y lo seguirán llamando democracia

Desde hace un tiempo a esta parte, parece que nuestro Gobierno ha descubierto la existencia de Twitter. También han descubierto que, al igual que en la vida real, en esa cosa llamada Twitter la gente habla, discute, debate, convoca, pero también insulta, difama, amenaza, practica el humor negro y se alegra por la muerte de ciertas personas. Más de veinte personas fueron detenidas en la denominada Operación Araña por supuestamente enaltecer el terrorismo con sus tuits, a los que hay que sumar los detenidos por sus comentarios tras el asesinato de Isabel Carrasco. Esto ha llevado al Gobierno a plantearse regular Twitter. Nada más y nada menos. Pero, ¿realmente es necesario?
Aunque fuera una emergencia nacional (no sé de qué forma) la regulación de Twitter no deja de ser una chorrada como un piano. Si alguien amenaza a otro por Twitter o le difama ya existe algo llamado Código Penal para que pague por ello. No hace falta regular la red social ni nada relacionado con Internet para condenarle en caso de que cometa un delito. Y sobre eso de que en Internet se llega a más personas es relativo. En realidad, es la cobertura inflada de los medios de comunicación lo que hace que ciertos tuits lleguen a más personas, porque al fin y al cabo, y salvo contadas excepciones de personajes famosos, lo que uno escribe en las redes sociales solo llega al círculo de seguidores.
Curiosamente, se acusaba a países como China o Turquía de ser países dictatoriales por regular el acceso a Internet y a las redes sociales, pero ahora que lo quiere hacer España, se nos sigue convenciendo de que vivimos en democracia.


(Portada de la revista satírica El Jueves censurada.)

El pasado día 2 el rey Juan Carlos abdicaba en su hijo Felipe. Pero el nuevo rey, ese al que ya todos los medios están saludando como el reformador de la monarquía, parece que viene con las mismas formas que el anterior. La portada de la revista satírica El Jueves, en la que criticaban la abdicación, se encontró con la censura de la editorial por supuestas presiones de la Casa Real. Este vergonzoso episodio de censura se ha saldado con la salida de diez dibujantes de la revista (parece que en este país los humoristas tienen los cojones que les faltan a los periodistas). Nos intentan convencer de que existe en este país libertad de expresión y de prensa, pero parece ser que no.
Y por cieto, parece que las revistas satíricas andan últimamente en el punto de mira de los censores: hoy, la revista satírica Mongolia ha visto como su cuenta en facebook ha sido cerrada durante tres días por un comentario sobre la Virgen del Rocío.



Lo que está claro es que este Gobierno se está dando cuenta de que el chiringuito se les derrumba y harán lo posible por evitarlo. Y si eso implica convertir España en una suerte de 1984 orwelliano se hace sin problema. Total, disponen de mayoría absoluta y del control de los medios. De hecho, incluso ya están presionando a las televisiones privadas si siguen entrevistando a los miembros de Podemos (y para ello nada mejor que devolver la publicidad a la televisión pública).
Como vemos, el PP es un partido muy democrático y amante de las libertades.

domingo, 8 de junio de 2014

París, Texas




Película dirigida en 1984 por Win Wenders, París, Texas resulta una emotiva película sobre un hombre en busca de la felicidad, un drama intenso y que es, sin duda, una de las mejores películas de Wenders. La película avanza con esa emoción hasta su poderoso desenlace. La conclusión viene a demostrar que el amor duele y marca de por vida.
París, Texas es una de esas películas que gustan y emocionan a los amantes del cine.

sábado, 7 de junio de 2014

Cambiar el mundo




En Cambiar el mundo Daniel Bensaïd, quien fuera uno de los activistas destacados del Mayo del 68, expone su punto de vista ante la necesidad de gran parte de la sociedad de que hay un cambio en el mundo y en el sistema, profundamente injusto, como estamos comprobando desde hace años.
Un más que interesante libro, que casi parece estar contando lo que nos sucede actualmente, y que nos muestra el camino hacia el cambio y a los que lideraran (o deberían liderar) ese cambio.

jueves, 5 de junio de 2014

Tiananmen



Si un hombre es capaz de parar una columna de tanques, ¿qué no podemos hacer unido todo el pueblo?

miércoles, 4 de junio de 2014

¿De verdad se puede hablar de democracia teniendo monarquía?

Estaba estos días dándole vueltas a la cabeza para escribir algo sobre la monarquía, la República y la reciente abdicación de Juan Carlos I, pero no se me ocurría nada. Hasta que hoy he tenido un debate con una persona que se define de izquierdas (más bien psoeísta), demócrata y monárquica (estos dos últimos términos me parecen contradictorios, pero bueno, todos somos contradictorios).
Después de los tópicos como que el rey inventó la democracia española o que gracias al rey vivimos en paz y prosperidad, tópicos que no hace falta analizar, porque caen por su propio peso, hubo un par de argumentos que me dejaron alucinados.
El primero es que los países más avanzados de Europa son monarquías. Como ejemplo, están Bélgica o Inglaterra. Esta persona olvida, deliberadamente, países como Francia o Alemania. Y también a la primera potencia mundial (por ahora sigue siéndolo) que es Estados Unidos. La monarquía o la república no traen de por ser progreso a un país (ahí tenemos, por ejemplo, a Marruecos, un país gobernado por una monarquía y que no está precisamente muy avanzado). Así que este argumento también cae por su propio peso.
El otro argumento que me dejó alucinado fue que la igualdad de derechos solo es para las personas de a pie, que no todos podemos ser iguales y que siempre debe haber gente por encima de nosotros (puedo asegurar que esta persona es de las que lo pasa mal económicamente, no es precisamente una ricachona de clase alta). Esto simplemente es algo que me repatea. Precisamente la Constitución que tanto defiende esta persona (que lo hace) dice que todos somos iguales (claro que también dice que todos tenemos derecho a una vivienda y ahí están los desahucios). Pero esa misma Constitución reconoce a un grupo de personas que viven por encima de nosotros y por encima de las leyes. Entonces, ¿somos todos iguales ante la ley o no? Si la gente de a pie necesita a otros por encima, ¿se podría extenderse esa inmunidad también a los políticos (aunque en la práctica ya se hace)? Me imagino el día antes de la toma de la Bastilla por parte de los franceses a algún que otro campesino o alguna persona de clase social baja diciendo que la gente de la calle necesita gente por encima de ellos.
Yo no creo que necesitemos a nadie por encima. Creo en la igualdad de todos los ciudadanos. Por eso, apoyo que se haga un referéndum para decidir si queremos monarquía o República. La monarquía ya es algo obsoleto. Tuvo su papel y su importancia en su época, pero su momento ya ha pasado. Por eso yo votaría en ese hipotético referéndum a favor de la República.
Como ya he dicho antes, una República no traería de por sí prosperidad. Pero es un paso necesario hacia una mayor democracia. Un país donde su jefe de Estado es elegido por los gobernantes es más democrático que un país donde este nos es impuesto (y además, sin seguir la línea cronológica, ya que Felipe es menor que sus hermanas, pero resulta que en la Casa Real prevalece el hombre sobre las mujeres, lo cual tampoco es precisamente muy democrático). Una República es más que necesaria para los cambios que necesita este país en cuanto a su cultura política, social y económica.
Este país ha tenido casi cuarenta años de dictadura más otros casi cuarenta de una democracia de mínimos que no satisface ya a las necesidades de la sociedad. Ya va siendo hora de que demos más pasos adelante.