miércoles, 28 de abril de 2010

Sobre Samaranch y el qué buenos somos todos cuando morimos

Llevaba tiempo queriendo escribir algo sobre la hipocresía de la sociedad cuando alguien muere, esta vez utilizando como ejemplo las reacciones tras la muerte de Juan Antonio Samaranch. Nadie, ni entre los homenajeadores ni entre los que han preferido pasar por el tema de su muerte de puntillas, han hecho alusión a su pasado franquista. Y éste no era de los que levantaba el brazo por obligación o por miedo. Éste lo levantaba totalmente convencido. Incluso después de la muerte de Franco, Samaranch siguió siendo un admirador del franquismo.
Pero todo lo que pueda decir yo se queda pequeño al lado de este más que certero texto de Jorge Arbenz.

4 comentarios:

Irreverens dijo...

Totalmente de acuerdo con vosotros dos.
:(

Cuando creo que no puedo sentir más vergüenza por los políticos que tenemos, me demuestran que "el aún hay más" es posible...

¡qué horror!

Kurtz dijo...

Siempre puede ser peor, eso sí que es cierto.

Diego dijo...

gracias a este post, me has dado argumentos para hacer el sarcasmo semanal.

espero que guste.

saludos.

Kurtz dijo...

Pues nada, lo esperaremos a ver qué te sale.
Saludos.