lunes, 12 de abril de 2010

Los periodistas son el enemigo

El pasado 8 de abril se cumplieron siete años del asesinato de José Couso, cámara español, por el ejército estadounidense en Irak. Era 8 de abril de 2003 y el periodista español que cubría la guerra de Irak junto a Jon Sistiaga para Telecinco, se encontraba en el hotel Palestina tomando imágenes de la entrada de los estadounidenses en Bagdad. Fue entonces cuando un tanque que entraba (y que acababa de disparar contra una sede de Al-Jazeera) giró su torreta hacia el hotel Palestina, donde se encontraba gran parte de la prensa "no empotrada" (prensa que no iba junto a los militares estadounidenses). La excusa oficial es que un francotirador estaba disparando desde la azotea del hotel. Pero el proyectil alcanzó al edificio (no a su azotea) e hirió de gravedad a dos periodistas, el español José Couso y otro periodista ucraniano. El Ejecutivo de Aznar, uno de los valedores de la guerra de Irak, aceptó las explicaciones de Estados Unidos, no así Ucrania.
Coincidiendo casi con este desgraciado aniversario, se hacía público un vídeo en el que el ejército estadounidense abatía, el 12 de julio de 2007, a un periodista iraquí de Reuters y la gente que le acompañaban. Incluso llegan a hacer una segunda pasada para reventar la camioneta que se acerca a recogerlo para ayudarle. Oficialmente se dijo que había muerto en combates de insurgentes. Ahora se dice que confundieron su cámara con armas.
Quizá no se equivocaron. El arma más peligrosa no es la que mata, es la que muestra la realidad. Una cámara puede hacerlo. Un periodista puede hacerlo. Y los militares lo saben.

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