jueves, 14 de febrero de 2008

Españolizar a los inmigrantes

Mucho se ha dicho ya sobre la famosa propuesta de Rajoy de crear un "carnet por puntos" para integrar a los inmigrantes en las costumbres españolas, y poco nuevo voy a añadir yo.
Como ya se ha señalado en otros foros, las medidas de Rajoy sobre inmigración son muy parecidas a las que propone el partido ultra Democracia Nacional.
¿Cuáles son las costumbres españolas? ¿Dormir la siesta, tocarse los huevos en el lugar de trabajo, no ser puntual? Porque lo que él califica como costumbres extranjeras (ablación, lapidación, poligamia...) son perseguidas ya por nuestro Código Civil, lo cual implicaría hacer una Ley para cumplir otra Ley.
Por otro lado, ¿y los inmigrantes con pasta? Porque todos los inmigrantes que entran en nuestro país no vienen de África, América del Sur o Europa del Este. ¿Acaso en nuestro país no residen alemanes o británicos? ¿A estos inmigrantes, los inmigrantes con pasta, no les hará pasar la prueba de la españolidad?
Y Rajoy pone, como uno de los requisitos para permanecer en este país, el tener trabajo. O sea, que si uno de estos inmigrantes pierde su trabajo, será repatriado. Ni siquiera le darán la oportunidad de buscar un nuevo empleo.
Y lo peor de todo no es que Rajoy proponga esto. Al fin y al cabo, cada vez se están quitando más la máscara en el PP y ya los conocemos. Lo peor es que en Europa parece que también quieren llevar a cabo medidas parecidas. Vamos a la deriva, y le vuelvo a echar la culpa una vez más al iluminado que inventó las fronteras.

9 comentarios:

Irreverens dijo...

Ya lo dijo Jean Jacques Rousseau allá por el siglo XVIII: "Todo empezó a ir mal el día en que un iluminado afirmó que aquel pedazo de tierra era suyo y los demás lo aceptaron."
(No son palabras textuales pero ahí está la idea.)

Besets

magofez dijo...

Yo creo que debiera ser exactamente al revés. Todo sería más fácil.

Jove Kovic dijo...

Leo con atención tus últimas entradas, y sólo puedo reafirmarme en la necesidad de ir a votar de manera militante: contra el fascismo de un lado, para evitar que gane el PP las elecciones; y a votar en masa para que los políticos, de cualquier signo, crean que pueden actuar con impunidad, sin respetar las normas indispensables del sistema democrático.
Es por desgracia, un ejemplo más de lo poco arraigada que está, entre la ciudadanía, la idea de democracia como un medio para alcanzar objetivos de bienestar y libertad, que se basa en un delicado equilibrio de derechos y deberes. Para ejercer los primeros, deben cumplirse los segundos. No hay vuelta de hoja, no vale ser un ciudadano demócrata de salón que se manifiesta de vez en cuando contra la guerra, pero que no va a votar porque hace buen día, o porque todos los políticos son iguales. No acepto estos planteamientos de comodidad, que minan la convicción democrática de una sociedad, y sirven intereses bastardos de los que entienden la política, como una lucrativa actividad profesional para toda la vida.

Anónimo dijo...

Yo ya estoy dando un curso intensivo de catecismo (se me ha olvidado el padre nuestro...) no sea que luego lo hagan extensible a los rojeras. Que estos como ganen, se ponen y no acaban...

Como dice Jovekovic, a votar!!

Kurtz dijo...

Irreverens: no conocía esas palabras de Rousseau que, sin embargo, describen perfectamente mi opinión sobre las fronteras.
Besets.
Wilde: tenemos la insana costumbre de hacer todo difícil a estas alturas, vete a saber qué será lo más fácil.
Jovekovic: efectivamente, comparto tu punto de vista, como (casi) siempre. Es muy necesario que votemos el 9 de marzo (¿no estaría bien que alcanzasemos el famoso 80%?). Y que el fascismo se dé cuenta de que España no es fascista.
Pluskys: no les demos ideas. Pero por si acaso, yo también repasaré el catecismo.

Sergio dijo...

Lo que a veces me resulta increíble es que San Agustín haya dicho que "nadie puede ser perfectamente libre hasta que todos lo sean". No se puede ser libre si no se da libertad, no se puede ser democrático si no se enseña la democracia, y la democracia no es prohibir, es permitir que existan innumerables opiniones y criterios diferentes en paz y justicia, es reconocer que mi libertad existe si existe la tuya, que yo puedo ser si no impido que seas.

¿Qué es la xenofobia sino una expresión de miedo? ¿Un grito de terror que se expresa como violencia? ¿No es acaso un intento de descargar la culpa en el otro, la culpa de no saber nosotros ser libres?¿De no tener coraje?¿De no animarnos a creer que es posible un mundo diferente solo porque así nos lo han repetido y repetido?

¿Por qué permitimos que nos gobiernen estos hombres de pequeño espíritu retorcido?¿Es que no nos animamos a ser libres?¿A exigir que los dueños del poder nos respeten, respeten nuestros deseos, nuestra forma de vivir, nuestros pensamientos?

Cerrar las fronteras a los inmigrantes es discriminar a los inmigrantes, exigir tramites inacabables para acceder a la residencia y/o el derecho a trabajar es discriminar a un ser humano. Las fronteras no nacieron en un mundo democrático, sino en un mundo de señores y privilegios, marcaban el "hasta aquí mando yo, hasta aquí ordeno, hasta aquí digo el como se hacen las cosas", la democracia, por el contrario, es un deseo de integrar, de tener la posibilidad de gobernarnos por nosotros mismos, de tener una voz que represente nuestros pensamientos y convicciones.

Ese es el real principio democrático, no la generación de una nueva clase provista de privilegios que, desoyendo a quienes representan, hacen y deshacen a su capricho. No la generación de una clase al abrigo de la cual crecen hombres que propugnan proclamar distintas categorías de seres humanos, que dividen, en lugar de unir, que desprecian en lugar de respetar.

Deberíamos de dejar de pensar en hacer un mundo diferente para empezar a procurar a transformalo desde ahora, desde nosotros, por los que vienen.

Un abrazo.

Kurtz dijo...

Ciertamente vuelves a tener razón. Elmiedo irracional les lleva a pensar en esas medidas. Por eso no debemos votar a gobernantes cobardes que pretenden eso, cerrar las fronteras por el miedo a lo de fuera.
Un abrazo.

Jove Kovic dijo...

Amigo Kurtz: España no es fascista, pero tampoco progresista. España es comodona, por eso digo que tenemos un peligro cierto, de deterioro del sistema.

Kurtz dijo...

La verdad es que, a raíz de lo que está pasando n los últimos años en España, empiezo a pensar como tú.