La instalación del Almacén Temporal Nuclear (el eufemismo para nombrar a un cementerio nuclear), también ha destapado las miserias de los políticos por un puñado de votos. Aquello de "Estos son mis principios y si no le gustan tengo otros" funciona relativamente bien.
Montilla fue el que aprobó el proyecto del cementerio nuclear en 2005. Ahora, como presidente de la Generalitat catalana, se niega a que se ubique en Cataluña. El PP mantiene una política pronuclear, pero Cospedal se niega a que el cementerio nuclear se construya en Guadalajara porque ella es cabeza de lista en Castilla La Mancha. Ascó (Tarragona) y Yebra (Guadalajara) han revolucionado ha sus respectivos partidos. CiU esxpedientará a sus concejales en Ascó por estár a favor del cementerio nuclear. Lo mismo hará el PSOE. Y lo mismo hará el PP (o eso quiere Cospedal) con el alcalde de Yebra.
Bien, por un lado tenemos a los pronucleares, esa gente que clamaba contra el cierre de Garoña porque dependemos de la energía nuclear. Pero eso sí, si se trata de construir un cementerio nuclear en mi comunidad, ni de coña. Lo mismo vale para Montilla que para Cospedal.
Después tenemos a los que están dispuestos a arriesgarse. Muy valientes, muy sacrificados, pero la excusa sigue siendo la misma: el dinero. Yo, sinceramente, no estaría dispuesto a poner un cementerio nuclear en mi casa aunque me reportase mucho dinero. Hay quien lo califica de premio Gordo. Pues sinceramente, el Gordo de la lotería no te provoca un cáncer. Dicen que las instalaciones nucleares son muy seguras (deben de serlo todas menos las nucleares españolas, en especial Ascó, Vandellós o Cofrentes). También decían que eran seguras nucleares como Chernobil o Harrisburg, por nombrar los casos más conocidos. Aquí en España, además, hay mucho Homer Simpson. Y si las centrales nucleares tienen el peligro que tienen, no quiero ni imaginar una instalación cuya finalidad es almacenar residuos radiactivos.
En fin, en todo este pseudodebate me quedan claras dos cosas: la primera es que los intereses económicos y electorales mandan sobre el bienestar de la gente. Y el segundo es que muchos pronucleares seguramente estarán pensando que la solución más rápida es enviar los residuos en barcos a países del tercer Mundo. Total, no sería la primera vez y nadie protestaría. Residuos nucleares sí, pero no en mi casa. Así yo también soy pronuclear.
4 comentarios:
Y cosas como éstas son las que retratan la realidad moral del país, sin afeites ni maquillaje.
No te lo vas a creer, la palabra de verficación es banco.
Sobre el mail: te buscaré la ley para que puedas leértela con tranquilidad, pero te adelanto que sí se ponen multas.
Como siempre, cada uno nos retratamos por lo que hacemos o decimos.
Muchas gracias de antemano por lo de la ley.
Y no, no me puedo creer que la palabra de verificación sea banco. Vaya cosas raras que pasan.
En mi provincia, al primero que se quiso montar en 1987, se le llamo IPES y su extensión era Laboratorio de Investigación de Residuos Radioactivos. Fue el primer cementerio que se quiso crear y todavía colea el asunto. Impresentable lo de Montilla, hace el invento para escurrir responsabilidades del gobierno central y los autonómicos y al final acaba trincado por el diseño y negando lo que diseñó.
saludos,
En fin, qué vamosa decir que no sepamos ya de ciertos políticos.
Saludos.
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