Hace unos días, Telecinco emitía un reportaje titulado Una seguridad insegura. En él, aparte de ver a los típicos reporteros colándose en aviones con objetos prohibidos (y que incluso llegaron a demostrar lo fácil que es embarcar con un niño que no es tu hijo), se pudo algo que creo que es de gran valor: el negocio de la seguridad.
Se nos vende la moto de la seguridad para que renunciemos poquito a poco a nuestra libertad. Pero realmente importa nuestra seguridad. A juzgar por escenas reales de guardias de seguridad compitiendo en carreras de sillas de ruedas en el aeropuerto, es evidente que no. Si algo se demuestra siempre que un terrorista se cuela en un avión, no es que se necesiten más controles restrictivos, sino que los agentes encargados de la seguridad no estaban en lo que deberían estar. Mientras, habrá que esperar a que los fabricantes de escáneres (y no de hospitales, precisamente) se hagan ricos. Después del próximo atentado, veremos con qué otro aparatitos nos sorprenden.
Y eso por no hablar del negocio que hacen otros en otros sitios, como por ejemplo en las puertas de las discotecas, donde a pesar de las medidas para controlar a la gente que se contrata para este puesto, siguen colándose gente con antecedentes o de posiciones ideológicas claramente escoradas a la ultraderecha (que en ese ambiente, no auguran nada bueno).
Vamos, que no hace falta poner los pies sobre el escritorio del Despacho Oval de la Casa Blanca para sacar tajada de la paranoia.
miércoles, 20 de enero de 2010
Paranoia, paranoia... Superparanoia
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2 comentarios:
En realidad ni aunque los guardias estén en su puesto se puede garantizar la seguridad al 100%, ni de coña.
Por lo demás y haciendo referencia a la telebasura, ¿dijeron cuántos intentos de meterla doblada hicieron falta para que funcionara?, ¿dijeron cuánto tiempo han estado vigilando para saber cuándo los guardias bajan la guardia?, ¿dijeron qué contactos tienen en el Aeropuerto para saber quién pasa como de comer mierda y quién hace bien su trabajo?, porque en este negocio de la paranoia hasta las televisiones sacan tajada.
No te creas todo lo que esta gente emite que, como bien dices, la paranoia es un negocio y la superparanoia vende mogollón.
Saludos.
Creérmelo, me lo creí con reservas. Aunque si es verdad que suceden cosas como las que se denunciaban (no en vano, hace poco, un aeropuerto estadounidense, creo que el de Detriot, estuvo paralizado porque una persona se saltó un control de seguridad aprovechando que el guardia había salido de su puesto).
Pero es erdad, la seguridad no se puede garantizar 100%. Y menos, si confiamos tanto en las máquinas y aparatitos varios.
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