Oliver Stone vuelve a inspirarse, tras JFK: caso abierto y Nixon, en la figura de un presidente para construir una película. En esta ocasión, se trata de Goerge W Bush. La película se realizó para estrenarse antes de las últimas elecciones presidenciales. En el resto del mundo se emitió en televisión tres meses después, aprovechando la toma de poder de Obama (En España, concretamente, se emitió a través de La 2 de TVE).
Había oído decir que esta película era muy complaciente con el personaje principal, George Bush. Pero la verdad es que a mí no me lo ha parecido. Se nos muestra la juventud de Bush (con sus excesos) y su posterior carrera política. El Bush que retrata Stone es un hombre ex alcohólico, fanático religioso y acomplejado por la figura de su padre.
Se puede ver la trastienda del poder y la toma de algunas de las decisiones más importantes de Bush que han cambiado la Historia (para mal, todo sea dicho de paso). Aunque no es un retrato tan descarnado como el de la película Nixon, esta película se deja ver.
Con todo, lo mejor y más logrado son las caracterizaciones de los personajes reales que van desfilando por la pantalla: Josh Brolin (George Bush, hijo), James Cromwell (George Bush, padre), Richard Dreyfuss (Dick Cheney), Jeffrey Wright (Colin Powell), Toby Jones (Karl Rove; un Karl Rove con muy pocas luces) o Thandie Newton (Condolezza Rice).
domingo, 17 de enero de 2010
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