miércoles, 20 de enero de 2010

Vergüenza en Haití

En toda la semana transcurrida desde el terremoto que ha devastado Haití, hemos podido asistir al mayor acto de vergüenza internacional del que podemos ser testigos.
Son varias las fases de las que se compone esta vergüenza internacional:

-Por un lado, tenemos a gente intentando llamar la atención. De Hugo Chávez nos podemos esperar cualquier, pero la última roza la demencia: un comunicado oficial del Gobierno de Venezuela afirma que Estados Unidos causó el terremoto de Haití. Una apreciación con la que coincide Rusia que va más allá: asegura que este terremoto sería un ensayo de otro que se prepararía en Irán. Los conspiranoicos de todo el mundo no han tardado ni una semana en ver fantasmas donde no los hay, y señalan directamente al Proyecto HAARP. El proyecto HAARP es real y se desarrolla en una base en Alaska y se cree que se podría utilizar como arma para provocar cambios en el clima y el medio ambiente. Ahora bien, los terremotos son fenómenos geológicos que nada tienen que ver con los fenómenos climáticos, por lo que no tendría ningún sentido la vinculación del terremoto de Haití con el Proyecto HAARP.

-Por otro lado tenemos a los políticos queriendo hacerse la foto. Está muy bien que ahora todos se vuelquen en ayudar a Haití (aunque es igual de legítimo preguntarse dónde han estado hasta ahora). Sin embargo, la confrontación entre Europa (representada por Francia y el populista Sarkozy), secundada por Brasil, contra Estados Unidos, es otra cosa que roza el esperpento. Que si los marines de Estados Unidos deben desembarcar en el país o no, que si hay que repartir la ayuda... Mientras, Haití es un caos social, la ayuda no puede repartirse y los supervivientes (que aún los hay) no pueden ser rescatados con seguridad.

-Y ya por último, el tema del turismo. Mientras una parte del país está completamente arrasada, a la otra llegan cruceros de lujo, con turistas de lujo. ¿No podían haber esperado un mes, cuando Haití deje de ser noticia, para desembarcar a turistas en el país? ¿No suena un poco frívolo? Puede que Haití necesite el dinero del turismo, pero ahora no.

4 comentarios:

Paco Becerro dijo...

Tremendo como noshacen pensar las catástrofes y como nos remueven las conciencias...

Ayer me sobrecogió la noticia de unos ricos de Santo Domingo que fueron con sus todoterrenos llenos de comida y bebida y mantas etc, para ayudar a los haitianos, y segun cruzaron la forntera generosos, fueron asaltados y están al borde de la muerte.

Tristemente, hace falta ejercito en estas situaciones. Los hombres cuando se convierten en masa, son capaces de cualquier barbaridad.

Un abrazo.

Kurtz dijo...

Es lo que pasa cuando no existe organización para ayudar a la gente que lo necesita tras una catástrofe como ésta: la gente está desesperada y el caos se adueña de ellos.
Un abrazo.

manuhermon dijo...

El tema Haití dará que hablar mucho tiempo. A todos nos removerán las conciencias, ayudar desde el principio sin EEUU? como?, los contrastes de este mundo con ewl turismo y ventas de niños que3 están siendo secuestrados, las conspiranoias de siempre que entran en las cabezas de muchos. Cuando yo era joven durante franquismo vivo, en las mesas de grupos de ultra izquierda también había grupos que hablaban de extraterrestes, sí, has entendido bien, e3xtraterrestres.

http://arian-seis.blogspot.com/search/label/Hait%C3%AD

Kurtz dijo...

Es evidente que sin Estado Unidos, la ayuda en Haití iba a ser muy difícil que se repartiera, teniendo en cuenta que el Gobierno de Haití y la ONU también sufrieron las consecuencias del terremoto.
En cuanto a las conspiranoias y la frivolidad y la maldad, supongo que es algo inherente al ser humano, aunque estemos hablando de catástrofes tan brutales como la de este terremoto.