Sentencia contra la libertad de expresión

La sentencia de hace unos días contra los periodistas de la SER que informaron sobre el Tamayazo viene a demostrar, por enésima vez, un par de cosas sobre la sociedad española de la información: que cada día es más difícil informar libremente, y que muchos siguen confundiendo libertad de expresión con libertinaje.
Los que en su día se quejaban por las sentencias contra Losantos por los insultos que vomitaba, ahora aplauden la sentencia contra la SER. Está claro que hay muchas diferencias entre ambos casos: la principal es que, mientras uno se dedicaba a insultar, otros se dedicaban a informar sobre uno de los casos de corrupción política más graves ocurrido últimamente.
Por eso no entiendo la sentencia contra esos periodistas que informaron sobre el Tamayazo publicando los datos que avalaban la información en la página web de la SER. Más aún cuando la sentencia reconoce que la noticia debía publicarse, pero no debía publicarse la lista de afiliaciones fraudulentas, que es lo que denunciaba la noticia y el origen de la polémica.
En fin, curiosidades de la Justicia española.