Cabanyal

Durante estos últimos días, hemos asistido al pulso, que aún continúa, entre el ayuntamiento de Valencia y el ministerio de Cultura a propósito de la destrucción del barrio del Cabanyal. El ministerio considera que dicha destrucción es un expolio, mientras que el ayuntamiento y la Generalitat consideran que debe seguirse adelante con el plan y han convertido el tema en su autonomismo frente a los "desmanes" de Zapatero. Y los jueces siguen paralizando, mientras tanto, más derribos ordenados por Rita Barberá.

Aunque no vivo en El Cabanyal, he visitado el barrio alguna que otra vez y he podido hablar con algunas personas del entorno. Así pues, ofrezco aquí algunas apreciaciones sobre el barrio para que se pueda hablar con propiedad.

El barrio del Cabanyal es de los más antiguos de Valencia. Sus orígenes se remontan hasta el siglo XIII, cuando un grupo de pescadores se asientan en la zona con sus familias para vivir de la pesca. Poco a poco, se va edificando en la zona, formando un barrio de pescadores, que hacia el siglo XV recibiría el nombre de Cabanyal. El estilo de las casas está considerado como ejemplo de modernismo popular.

La historia reciente del barrio es, sin embargo, lo que más puede interesar. En 1993, con los socialistas aún en la Generalitat, se declara el barrio BIC (Bien de Interés Cultural). Desde 1988 se había planteado la posibilidad de prolongar la avenida Blasco Ibáñez hasta el mar, pero el declarar BIC al barrio, impedía esto. Si un edificio es declarado BIC, no se puede tocar ni una sola piedra de él. Pero en 1996, ya con el PP en el ayuntamiento de Valencia y en la Generalitat, la amenaza volvía al barrio y en 1998 comenzaba oficialmente la lucha vecinal con la creación de la plataforma Salvem El Cabanyal.

Por su parte, Rita Barberá ha mantenido el pulso contra los vecinos del barrio. Ha permitido, por ejemplo, que el barrio se degradase hasta límites impensables. Las expropiaciones de viviendas se realizan a precios irrisorios y, aquel que se niega a abandonar su vivienda, es presionado. Incluso se han dado casos de personas que se han encontrado con sus casas tapiadas.

La empresa Cabanyal 2010 fue creada por el ayuntamiento y la Generalitat para gestionar las expropiaciones. En ella participaban también diversas constructoras privadas. Pues bien, la Unión Europea empezó a investigar la actividad de esta empresa y las constructoras privadas decidieron marcharse de Cabanyal 2010 para no verse salpicadas por lo que pudiera salir, dejando solos al ayuntamiento y la Generalitat. Esto da una idea de la legalidad con la que se está operando en El Cabanyal.

¿En qué consiste el plan?

Rita Barberá lo llama el Plan Cabanyal. Según ella, cuenta con el respaldo de los vecinos (claro, los que no van a sufrir las expropiaciones), y servirá para rehabilitar el barrio. Hay que señalar que en 2006, Valencia fue "elegida" (en realidad, fue la que más pagó) sede de la Copa América de vela. Fue entonces cuando se urgió hacer algo con El Cabanyal. Valencia acababa de descubrir que tenía mar, pero más aún; entre el mar y la ciudad había un barrio completamente degradado.

Pero volvamos a la ampliación de la avenida Blasco Ibáñez. Veamos un plano.

Pero no se trata solo de prolongar la avenida. Aquí tendríamos un plano en el que se muestra la actuación sobre el barrio (marcado en rojo).

En total, 1651 viviendas serán derribadas. Se prolongará la avenida Blasco Ibáñez, construyendo una ancha avenida, circundada por edificios enormes que rompen la fisionomía del barrio (las casas del barrio no superan las dos alturas). Además, esto afectaría gravemente a la estructura de las viviendas cercanas a la prolongación.

Actualmente, la avenida Blasco Ibañez, como se puede ver el en primer plano, termina en la estación del Cabanyal. El plan, como se ve, pretende partir el barrio en dos. la prolongación y los edificios actuarían como una muralla, dividiendo el barrio en dos partes. A eso le llaman rehabilitar el barrio.

Un ejemeplo que demuestra la inutilidad de este proyecto sería el llamado bulevar San Pedro, también previsto en el plan. Como se ve en el plano, correría perpendicular a la futura ampliación. Lo más curioso es que dicho bulevar iría desde el mercado del Cabanyal hasta... una pared. Así, como suena. El bulevar no parte de ninguna parte (puesto que según el plan está previsto que parta desde atrás del mercado del Cabanyal) y no llega a ninguna parte.

Hay otra curiosidad. Si uno se fija en el mapa, la prolongación está escorada hacia el norte. No sigue la línea recta de la avenida. Si siguiese esa línea recta, acabaría en la zona de Las Arenas, donde mucha gente de alto postín, por ejemplo, las hermanas Koplowitz, tienen negocietes.

Ya, para acabar, una de esas ironías del callejero. La imagen sirve de cabecera para uno de los mejores blogs escritos desde El Cabanyal. El nombre de la calle es real y se ubica en dicho barrio.