Dímelo en la calle

En junio, en el ayuntamiento de Villena (Alicante) se discutía el reparto de dos millones obtenidos por el ayuntamiento por la ventas de patrimonio municipal. Y entonces se hizo patente la rivalidad entre zaplanistas y campsistas (ambos grupos, evidentemente, pertenecientes al PP); éstos últimos se ausentaron de la votación porque no les gustaba la oferta de los zaplanistas.
Hace un par de días, volvió a discutirse en el ayuntamiento el mismo tema. Allí hubo un primer enfrentamiento entre el concejal de Obras y Servicios, Juan Richart (campsista) y la concejala de Urbanismo y Patrimonio María José Hernández (zaplanista). Al parecer, Richart le dijo a Hernández: "Vete a tomar por culo", a lo que ella contestó: "A eso te vas tú" (según al sector que preguntes, los insultos son de uno o del otro).
Hernández se fue del pleno ofendida. Dos horas más tarde, lo hacía el sector campsista, a quien les esperaba en la calle Isidro Gonzálbez, asesor de la alcaldesa Celia Lledó y marido de María José Hernández.
Al parecer, y siempre según la versión de los campsistas, Gonzálbez empujó a Richart contra un escaparate diciendo que "lo iba a matar" y llamándole "enano". Richart recibiría así un golpe en la cabeza. Ambos fueron separados por un ciudadano, lo que provocó una dislocación en el hombre a Gonzálbez, algo que ya le había pasado otras veces.
Ambos acabaron en el centro médico, Richart con una crisis nerviosa y Gonzálbez por el hombro dislocado, aunque ya se lo había colocado. Después, ambos fueron al cuartel de la Guardia Civil a denunciarse mutuamente.
¿Será a esto a lo que llaman hacer política en la calle? En fin, ya lo he dicho otras veces, la política española es como un patio de colegio. Y después pretenden dar ejemplo.