sábado, 23 de agosto de 2008

Rastro oculto


En el tema de los asesinos en serie en películas, ya lo dijeron todo Jonathan Demme (El silencio de los corderos) y David Fincher (Seven). Pocas películas pueden igualarse a estas dos y, por supuesto, Rastro oculto no es una de ellas. Pero me gustó.
La película trata de una agente del FBI que persigue a un asesino que tortura a sus víctimas, colgando los vídeos de dichas torturas en Internet para que todo el mundo lo vea en directo. Las torturas del asesino no son originales (de hecho, son igual de retorcidas que las torturas del asesino de la saga Saw). Sin embargo, hay algo que la diferencia: quien asesina en esta película no es, técnicamente, el asesino, sino el morbo de la gente. Cuanta más gente entre en la página donde se cuelgan los crímenes, más rápida y dolorosamente morirá la víctima. La gente tiene la posibilidad de evitar la muerte de la víctima no entrando en la página web. Eso no evita, sin embargo, que la gente entre en dicha web "para echar un rápido vistazo".
Quién no haya visto la película, le ruego que se salte este último párrafo. También se muestra cómo las televisiones explotan ese morbo de la gente. De hecho, ese es el impulso que motiva al asesino: vengar esa explotación del morbo y demostrar que la sociedad es morbosa.
En fin, que esta película no pasará a la Historia del cine pero al menos cuenta algo con cierta profundidad, no es simplemente matar por matar. Más de un director de informativo y más de un productor de televisión deberían ver esta película antes de dedicarse a mercadear con el morbo.

2 comentarios:

winfried dijo...

Yo vi esta pelicula con mi esposa! A mi me gusto mucho, tiene mucho suspenso, lo miedoso es que la cara del asesino, parece de una persona normal y corriente pero las ansias de vengarse lo convierten en un terrible asesino.

Kurtz dijo...

Eso es muy inquietante porque en la vida real también suele pasar lo mismo: muchos asesinos son personas corrientes que serían las últimas de las que sospecharíamos.