Finalmente, tras una semana en la UCI, el alcalde del PP de Polop De La Marina ha muerto por los disparos recibidos. Todavía no hay una hipótesis clara que "justifique" el crimen. Se habla de una disputa por unos terrenos expropiados, un crimen pasional...
Lo cierto es que la profesión de alcalde en un pueblecito perdido en el mapa de España parece haberse convertido en una profesión de riesgo (¿será por esto por lo que muchos alcaldes se suben el sueldo?).
En enero se produjo el asesinato del alcalde de Fago. Y muchos alcaldes denunciaron estar sufriendo amenazas e incluso, alguno sufrió agresiones por diferentes discusiones de temas municipales (que si se ha tardado en arreglar una alcantarilla, que si la política urbanística es insostenible, que si hay un abuso de poder...).
Quizá el alcalde elegido democráticamente no sea el mejor, pero la forma de resolver los conflictos no es a tiro limpio, como en el Lejano Oeste.
Desde aquí, mi minuto de silencio en homenaje a otro alcalde asesinado.
sábado, 27 de octubre de 2007
Profesión de riesgo
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