jueves, 13 de enero de 2011

Antoni Asunción y las conspiraciones políticas

Hace unos días, el periódico El Mundo "revelaba" que una conspiración política del PP valenciano para dividir al electorado progresista. La estrategia consistía en que Antoni Asunción forzara unas primarias en el PSPV para después provocar su propia salida del partido, forzada o voluntaria, y de esa forma dividir el voto progresista, mayoritariamente del PSOE (si Compromís no pone remedio). Según este mismo diario, Asunción se habría reunido en una pizzería del centro de Valencia con Rafael Blasco (ex socialista reconvertido en conservador y actual conseller de Solidaridad) en agosto; y con Esteban González Pons, secretario de Comunicación del PP nacional, en octubre. A cambio, Asunción conseguiría un puesto de conseller en el próximo Gobierno de Camps. Y lo sorprendente es que muchos se lo han creído. No lo digo por la propia conspiración en sí, que podría ser creíble, sino por el hecho de que algunos se hayan creído una conspiración surgida de las páginas del diario El Mundo, el mismo diario que nos trajo conspiraciones como las eternas negociaciones de Zapatero con ETA o la participación de medio mundo en los atentados del 11 de marzo de 2004.
Repito lo mismo que ya dije en su día. ¿Realmente el PP necesita tapados para ganar las elecciones? No los necesita si quiera para dividir al propio PSPV o a sus electores. Ver conspiraciones en todo me recuerda a lo que ha pasado con Cascos en el PP asturiano. No pocas voces se alzaron diciendo que todo era una maniobra del PSOE para desestabilizar al PP de Asturias. Y aunque fuera verdad la conspiración política de Asunción, Alarte tampoco es que aea, precisamente, un adalid de la democracia.
Yo pienso que, tanto lo del PSPV aquí como lo del PP en Asturias, es fruto de la falta de democracia interna en los partidos.



Anteriormente: Adéu, PSPV, Antoni Asunción: ¿el mal del PSPV?.

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