Casi desde que se presentó por sorpresa para intentar batirse en primarias contra Jorge Alarte, a Antoni Asunción le han caído toda clase de improperios, entre los más coreados: "tibio contra la corrupción" y "candidato tapado de Camps".
Así, por ejemplo, hemos podido ver titulares tendenciosos como éste de Público: Asunción recibió 2,9 millones de Camps. La realidad es que esa cantidad la entregó el Gobierno valenciano en concepto de subvención a la empresa que dirigía.
Es cierto que el Gobierno valenciano no se prodiga con los críticos (ahí están las subvenciones a las ONGs donde las más beneficiadas son las afines al PP), pero tampoco vamos a empezar a dudar de todo el que reciba subvenciones del Gobierno valenciano, por jugosas que sean.
También se ha criticado que el Banco de Valencia (banco que participó en el pago de la fianza de Jaume Matas) y Bancaja (presidida por José Luis Olivas, antecesor en el cargo de presidente de la Generalitat a Camps), ambos bancos vinculados al PP valenciano, hayan acudido en rescate de su empresa. Teniendo en cuenta que todos los bancos y cajas de España están politizados, y que más de uno han acudido en rescate de empresas, creo que se van a quedar cortar las acusaciones a empresarios de ser de tal o cual partido.
La acusación que más gracia me hace es la de ser el tapado de Camps. Vamos, un poquito de sentido común. ¿De verdad Camps necesitaba colar un candidato en las primarias socialistas? Si van a volver a ganar. Y por mayor goleada que en ocasiones anteriores. Y más con un candidato como Alarte.
De lo más que se puede acusar a Asunción es de no ser un buen gestor de su empresa, lo cual hace dudar de que hubiera sido un buen gestor del partido. El resto, tonterías contra el único que se atrevió a plantear unas primarias.
lunes, 27 de septiembre de 2010
Antoni Asunción: ¿el mal del PSPV?
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