domingo, 19 de septiembre de 2010

Retorno a Hansala



Una patera naufraga en el Estrecho de Gibraltar y el mar devuelve a la playa de Rota los cadáveres de once inmigrantes. Sólo uno de ellos ha podido ser identificado por su propia hermana, que llevaba tiempo residiendo en España. Del resto, sólo se sabe que proceden de la localidad marroquí de Hansala. Un empresario intentará aprovecharse de la situación y acepta la petición de la mujer de origen marroquí de repatriar a su hermano y llevar los demás cadáveres a Hansala para que sus familiares puedan enterrarlos. En el viaje en camioneta por Marruecos, ambos se irán conociendo.
Otra película sobre el tema de la inmigración pero, al contrario que la que comenté de ayer, aquí estamos hablando de la inmigración que llega a Europa y, más concretamente, a España. Una película profundamente conmovedora y dramática que pretende mostrar la realidad que empuja a los inmigrantes a arriesgarse para alcanzar las costas españolas. Pro también viene a demostrar una cosa, que son más las cosas que nos unen como seres humanos que las cosas que nos separan por nuestra nacionalidad.

3 comentarios:

Jorge Arbenz dijo...

No es el tipo de cine que me gusta, pero me pareció una película honesta, en tanto que no oculta su intención. Otra cosa es que resulte eficaz como conductora del mensaje a favor de la inmigración, que me parece que no. Es el problema eterno del cine político o parapolítico, lo acaban viendo cuatro gatos, porque tiende a la espesura en el planteamiento. Nadie ha aprendido de los errores descomunales de Costa Gavras.

Marcos dijo...

No he visto la película, Kurtz, pero me la apunto para un ratito libre.
Me gusta el cine que hace reflexionar y que muestra la parte más humana de las personas, aunque la contraste con la más inhumana.
Saludos progresistas de Madrid.

Kurtz dijo...

Jorge Arbenz: ¿Y qué película puede ttransmitir un mensaje eficazmente? Nada logrará convencer de las bondades de la inmigración a la gente convencida de que la inmigración es mala; igual que tú no cambiarías de ideales y de pensamiento por tragarte una sesión entera de cualquier programa de Intereconomía. El problema está en que hay tres tipos de espectadores: los que prefieren reflexionar y pensar, los que prefieren estar entretenidos, y los que les gusta todo tipo de cine (aquí me incluyo yo). Cada uno verá el tipo de cine que le gusta. En cualquier caso, no creo que sea un error hacer este tipo de películas.

Marcos: Espero que te guste.
Saludos progresistas.