Se suele decir que en nuestro país disfrutamos de libertad religiosa. VComparados con otros países, pues sí, puede que gocemos de cierta libertad. Pero en lapráctica no. Todavía estoy recordando, por ejemplo, la polémica que ya parece lejana con los anuncios de la campaña atea en los autobuses urbanos. Aquella campaña tuvo en seguimiento desigual en España. Mientras en algunas ciudades como Barcelona, Sevilla, Madrid o A Coruña los "autobuses ateos" circularon; en otras como Zaragoza y Valencia, las respectivas empresas de transporte no contestaron a la petición. De hecho, en Valencia no hemos visto los famosos autobuses (sí hemos visto, sin embargo, las vallas comparando a los bebés con los linces).
Y no es que sea esto sintomático de una corriente política determinada. Si bien es cierto que en Valencia gobierna Rita Barberá, del PP, en Zaragoza manda el socialista Juan Alberto Belloch, el cual, dicho sea de paso, tampoco anda muy sobrado de libertad religiosa.
En fin, habría que revisar el significado de libertad religiosa en España. Porque aquí puedes creer lo que quieras y expresarlo siempre y cuando sea dentro del cristianismo.
martes, 5 de mayo de 2009
Libertad religiosa
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5 comentarios:
Ya se sabe, no es fácil cambiar así de golpe, y este país ha sido confesional 100% hace reálmente no muchos años. Pese a todo no vale con quedarse de brazos cruzados y 'fastidiarse', creo que recortando aquí y allá y reivindicando tal o cual cosa, poco a poco, el país dejará lo que le quede de confesional católico. En fín, esperemos que Felipe II no levante la cabeza del Escorial, mejor que crea que todo sigue igual jaja
Al menos en España no te cortan la cabeza si dices publicamente que eres de otra religion!!
Julián: creo que ese es nuestro fallo: que los cambios van a cámara hiperlenta (quizá por nuestro propio pasado). Es cierto que los cambios deben darse poco a poco. Pero tanto...
Winfried: sí, claro, siempre puede ir peor. Pero eso no es excusa para no cambiar lo que funcione mal.
Lo único que cabe es extirpar la religión de la vida pública y situarla en el lugar que le corresponde: el ámbito estrictamente privado. Todo lo demás son excusas de mal pagador, al modo de los gobiernos socialistas ( y no cito a los otros porque de ellos no cabe esperar nada más que concordatos y concordatos)
Salut!
Ya sabes cuánto coincido contigo, estimado Jovekovic.
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