En la "comisión de investigación" que montó el PP por el accidente del metro en el que murieron 43 personas, y del que hoy se cumplen dos años y diez meses, Arturo Rocher, jefe de seguridad de la Línea 1 de Metro Valencia, tuvo la poca vergüenza de afirmar: "La Línea 1 del metro de Valencia está por encima de la media en instalaciones comparada con el resto de explotaciones de metro de España. Es más, iría más lejos. Está por encima de instalaciones que tienen otros metros como Metro París o Metro Londres. Que las Líneas 3 y 5 de Valencia sean de matrícula de honor, no quiere decir que la Línea 1 no sea de notable alto, en cuanto a sus instalaciones de seguridad."
Como le recriminaron en esa comisión, afirmar esto después de un accidente con 43 muertos es totalmente anacrónico. Pero la comparación con Londres y París (una vez más, nos comparamos con países superiores a nosotros, debido a nuestro complejo de inferioridad) fue lo que más me llamó la atención. Porque demuestra una cosa, que este tipo no ha estado nunca ni en Londres ni en París. Yo sí. He estado en ambas ciudades y he montado en sus respectivos metros y puedo decir que son superiores en todos los aspectos a la Línea 1 del metro valenciano.
Que la Línea 1 del metro valenciano merezca un notable alto en instalaciones de seguridad, como he dicho, después de un accidente tan grave es algo imposible de decir sin que a uno le caiga la cara de vergüenza (estos, como no conocen lo qué es eso...). Ya sólo comparada con sus hermanas valencianas (las Líneas 3 y 5), la Línea 1 pierde muchísimo en instalaciones de seguridad. Y eso porque no hablamos de los trenes, los túneles, las vías o las estaciones.
Pero sigamos con las comparaciones internacionales. El último accidente de metro en Londres grave en cuanto a número de víctimas ocurrió en 1975, en la estación de Moorgate, con el resultado de 43 muertos y 100 heridos. Después, sin contar el incendio en una escalera mecánica en la estación de King's Cross, el 18 de noviembre de 1987 que provocó 32 muertos y 150 heridos, se produjeron otros accidentes graves el 25 de enero de 2003 y el 19 de octubre del mismo año. En el primero, un tren descarriló y chocó contra un túnel: 32 heridos. En el segundo, en 48 horas descarrilaron dos trenes, provocando heridas a 16 personas. Por tanto, el metro de Londres no registra muertos por accidentes de sus trenes desde 1975.
El metro de París sigue una estela similar. El último accidente grave en cuanto a número de víctimas en la capital francesa dejó un balance de 84 muertos. Se produjo en... ¡1903!
Si nos comparamos con Estados Unidos, sigue siendo evidente que estamos por detrás. El último accidente grave en Nueva York dejó 97 muertos al descarrilar un tren en la entrada del túnel de Malbone Street. Ocurrió en... ¡1918! En Chicago, un tren cayó desde una vía en alto y se estrelló contra la calle de abajo, dejando 11 personas muertas y 200 heridas. Era el año 1977. Y si miramos, por ejemplo, Washington, no encontramos datos de accidentes graves en cuanto a víctimas. Y ha habido accidentes espectaculares que se han saldado con heridos (información extraída de aquí):
Como le recriminaron en esa comisión, afirmar esto después de un accidente con 43 muertos es totalmente anacrónico. Pero la comparación con Londres y París (una vez más, nos comparamos con países superiores a nosotros, debido a nuestro complejo de inferioridad) fue lo que más me llamó la atención. Porque demuestra una cosa, que este tipo no ha estado nunca ni en Londres ni en París. Yo sí. He estado en ambas ciudades y he montado en sus respectivos metros y puedo decir que son superiores en todos los aspectos a la Línea 1 del metro valenciano.
Que la Línea 1 del metro valenciano merezca un notable alto en instalaciones de seguridad, como he dicho, después de un accidente tan grave es algo imposible de decir sin que a uno le caiga la cara de vergüenza (estos, como no conocen lo qué es eso...). Ya sólo comparada con sus hermanas valencianas (las Líneas 3 y 5), la Línea 1 pierde muchísimo en instalaciones de seguridad. Y eso porque no hablamos de los trenes, los túneles, las vías o las estaciones.
Pero sigamos con las comparaciones internacionales. El último accidente de metro en Londres grave en cuanto a número de víctimas ocurrió en 1975, en la estación de Moorgate, con el resultado de 43 muertos y 100 heridos. Después, sin contar el incendio en una escalera mecánica en la estación de King's Cross, el 18 de noviembre de 1987 que provocó 32 muertos y 150 heridos, se produjeron otros accidentes graves el 25 de enero de 2003 y el 19 de octubre del mismo año. En el primero, un tren descarriló y chocó contra un túnel: 32 heridos. En el segundo, en 48 horas descarrilaron dos trenes, provocando heridas a 16 personas. Por tanto, el metro de Londres no registra muertos por accidentes de sus trenes desde 1975.
El metro de París sigue una estela similar. El último accidente grave en cuanto a número de víctimas en la capital francesa dejó un balance de 84 muertos. Se produjo en... ¡1903!
Si nos comparamos con Estados Unidos, sigue siendo evidente que estamos por detrás. El último accidente grave en Nueva York dejó 97 muertos al descarrilar un tren en la entrada del túnel de Malbone Street. Ocurrió en... ¡1918! En Chicago, un tren cayó desde una vía en alto y se estrelló contra la calle de abajo, dejando 11 personas muertas y 200 heridas. Era el año 1977. Y si miramos, por ejemplo, Washington, no encontramos datos de accidentes graves en cuanto a víctimas. Y ha habido accidentes espectaculares que se han saldado con heridos (información extraída de aquí):
6 de enero de 1996. Un operario muerto. El accidente fue provocado por un fallo en el sistema de control del tren, problema que después del accidente se solucionó para que no se volviera a repetir.
3 de noviembre. 20 heridos. La investigación duró 14 meses. Hasta en esto salimos perdiendo los valencianos, pues la "comisión de investigación" del PP sobre nuestro accidente duró quince días.
7 de enero de 2007. 16 heridos por un descarrilamiento.
Otro país con el que nos podemos comparar es, por ejemplo, Alemania. El último accidente grave se registró en Hamburgo con el resultado de 33 personas muertas tras una colisión entre trenes. Corría el año 1961.
Y en Méjico, el 20 de octubre de 1975, 39 personas murieron y 119 resultaron heridas.
Así pues, en Europa, sin contar el incendio de King's Cross, la caída de una escalera en el metro de Moscú en 1982 que provocó decenas de muertos (no hay cifra oficial) o algún atentado checheno en la capital rusa, tenemos que el de Valencia es el segundo accidente más grave desde 1975 (el primero se produjo en Azerbayán, el 28 de octubre de 1995, al morir 290 personas debido a un incendio en un vagón en medio de un túnel; el incendio se produjo, según fuentes oficiales, por un cortocircuito). En la Historia del metro europeo, el de Valencia es el cuarto accidente en víctimas. En la Historia del metro a nivel mundial, el de Valencia se sitúa en quinto lugar (en esta ocasión, tampoco se cuenta el suceso de Japón el 18 de febrero de 2003, cuando un perturbado provocó un incendio que mató a 192 personas e hirió a otras 148).
Y ya por último, en este capítulo comparativo, Valencia se puede comparar con el metro del resto de España. El accidente más grave en cuanto a muertos, en España, se produjo el 10 de abril de 2006 con la muerte de dos operarios en el metro de Madrid.
Antes, concretamente en septiembre de 2005, ya se había producido el choque de tres trenes en Picanya (Valencia) que dejó 35 heridos, accidente al que pertenece la imagen de arriba.
Suelen decir que las comparaciones son odiosas. Yo creo que son necesarias. Por eso, dejo este cuadro (que creo que ya he publicado alguna vez en este blog) que compara las cuatro líneas de metro existentes en España (Madrid, Barcelona, Valencia y Bilbao) el día del accidente del 3 de julio de 2006. Resulta sorprendente, sobretodo, leer el apartado de seguridad.
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