Camino

Camino es una de las mejores películas españolas que se han hecho en los últimos años. Es así de sencillo. Emotiva, sensible y muy bien realizada. Supone además todo un cambio de registro en su director, Javier Fesser, que venía de realizar películas como El milagro de P Tinto o La gran aventura de Mortadelo y Filemón.

La película, inspirada en una historia real, nos cuenta el relato de una niña que empieza a despertar al mundo, y sobre todo al amor que siente por un chico. Sin embargo, su vida empieza a truncarse cuando comienza a sufrir una enfermedad que parece no tener cura y que la hace empeorar cada vez más.

Por un lado vemos y experimentamos los sentimientos (tanto alegrías como sufrimientos) de la niña. Todo ello mostrado con una sensibilidad que pocas veces se puede ver en una película. Pero por otro lado nos muestra, y aquí es donde se centra la polémica de la película, el fanatismo ultrarreligioso de su madre, perteneciente al Opus Dei, y decidida a que el sufrimiento de su hija sea merecedor de subir a los altares (de hecho, la niña real en la que se inspira la película esta actualmente siendo beatificada). Constantemente podemos ver la tergiversación de la realidad de su hija que hace la madre y los curas del Opus.

Pero esta película no deja a un lado la parte onírica que acompañó a las anteriores películas de Fesser. Aquí podemos ver los sueños (más bien pesadillas) de la niña en los que ve a la madre como la destructora de su felicidad o Pamplona (feudo del Opus, adonde es trasladada para morir) como un infierno de oscuridad.

Hay escenas impactantes. A mí, particularmente, se me quedó grabada la última escena, "para que la muerte de la niña sirva de ejemplo a los niños de su edad". Además de ciertas sentencias ("Te tengo envidia porque vas a subir a los Cielos", "Rezo cada día para que la enfermedad de mi hija se alargue"...).

Sin duda, es una película casi perfecta (no existe nada perfecto), con una muy buena realización y unas interpretaciones magníficas. La banda sonora es excelente Una historia emotiva sobre el descubrimiento del amor (y también de la muerte) por parte de una niña; además de toda una denuncia contra el fanatismo religioso. Muy recomendable para que la viera todo el mundo.