Una de las razones por las que me gusta y me sigue gustando Los Simpson (debe ser la única serie de la que no me importa ver reposiciones) es porque muchos de sus capítulos reflejan realidades que trascienden las fronteras estadounidenses.
Juan Enrique Tur, de Testigo accidental, ya hizo en su día una comparación entre uno de los capítulos y Valencia; comparación que, desde entonces, no puedo evitar que me venga a la mente cuando veo el capítulo. El capitulo se titula Marge contra el monorrail y pertenece a la cuarta temporada (aquí podéis verlo entero y en castellano).
¿A qué viene ahora ésto?, os preguntaréis (y si no, os voy a contestar igual). Resulta que ahora va un grupo de empresarios (los mismos que proyectaron la Isla Luna, de la que no se ha vuelto a hablar, afortunadamente) y proyectan la construcción de un teleférico en Valencia. Para ello han creado la empresa Telefèric Valencia (desconozco si el nombre está escrito en valenciano o castellano; en cualquiera de los dos idiomas, está mal escrito). Y no es un teleférico cualquiera. Como Valencia es una ciudad llana, se han inventado que hoy en día el teleférico ha perdido la función de salvar grandes desniveles y han proyectado un teleférico que atraviese Valencia de parte a parte. Trece kilómetros de teleférico con paradas en los monumentos más importantes (para terminar de destrozarlos). Y como siempre tenemos que hacer lo más grande, este teleférico será el más largo del mundo.
Y ahora es cuando vienen las comparaciones con el capítulo de Los Simpson que antes aludía. Por ejemplo, uno de los argumentos de los defensores de esta nueva aberración es "Si hay teleféricos en Madrid, Barcelona, Sevilla, Málaga, etc, ¿por qué no en Valencia?" La misma escena en el capítulo de Los Simpson sería cuando el estafador les dice a los springfildianos: "He instalado monorrailes en Brockway, Ogdenville y North Haverbrook; localidades que ahora, sí figuran en el mapa".
Igual que Lisa se pregunta qué utilidad tiene un monorrail en una ciudad como Springfield, habría que preguntarse qué utilidad tiene un teleférico que atraviese de parte a parte una ciudad como Valencia.
Una empresa creada ex profeso para desarrollar un proyecto millonario resulta tan poco fiable como la que monta el monorrail de Springfield. Al final, solo servirá para que otro empresario se beneficie del dinero público valenciano.
Y el final del capítulo, sin duda, podría ser un resumen perfecto: "Este fue el último proyecto absurdo en el que se embarcó Springfield. Si exceptuamos la torre gigante hecha de palillos. O la lupa de quince metros. O la escalera que no lleva a ninguna parte". ¿Será el teleférico el último proyecto absurdo en el que se embarque Valencia (si se embarca) o dentro de nada construirán con nuestro dinero torres gigantes con palillos, lupas de quince metros y escaleras que no llevan a ninguna parte?
lunes, 18 de mayo de 2009
¿El último proyecto absurdo de Valencia?
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4 comentarios:
Lo peor es que es un transporte que ofrece más peligro que un puñetero bus turístico que haría la misma función y hasta ganando dinero para el estado del que podrían robar igualmente. Pero imagino que tienen prisa por llenarse los bolsillos...
Aquí ya hay un bus turístico. Lo que pretenden con este teleférico es que se pueda ver Valencia "a vista de pájaro". Si quieren eso, que instalen un servicio de alquiler de helicópteros. Hagan lo que hagan, será para llenarse los bolsillos a costa nuestra.
Monorrail!!! Monorrail!!! Si que es verdad que cada vez mas hay que identificarse con ese capitulo, no sera el ultimo proyecto, ya veras, nos invadirán con mas, cada vez mas absurdos. El otro día le comente a una migo el proyecto, es bastante pepero, su respuesta fue "que guay, eso es super turístico, que buena idea" En fin, así ven las cosas, esta claro que los mandamas de Valencia y la gente de a pie, tenemos objetivos diferentes para la ciudad. Un saludo.
Yo no estaría en contra de las cosas "super turísticas" (también con un poco de cabeza, que lo del teleférico es una salvajada) de no ser porque después, esos supuestos beneficios económicos, no se notan en la ciudad. Pero claro, como los grandes eventos y los proyectos faraónicos les sirven a a los empresarios y a los dirigentes para robar un poquito más de nuestro dinero, es normal que estén de acuerdo en este tipo de cosas.
Un saludo.
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