Publicidad corrupta

Rafael Blasco es conseller de Solidaridad y Ciudadanía en el Gobierno valenciano. Esta consellería destinó, en 2009, cerca de 38 millones a subvenciones para diferentes proyectos presentados por diferentes ONGs valencianas. Podría ser una buena noticia (mejorable, eso sí) de no ser por dos condiciones que acompañan al dinero. La primera es que las ONGs están obligadas a destinar un uno por ciento de lo recibido en una campaña publicitaria. La otra condición es referente a la empresa publicitaria: la elige la propia consellería, y en este asunto, las ONGs no tienen ni voz ni voto. Y por supuesto, las campañas tendrán que seguir las indicaciones de la consellería.
La cifra exacta que reparte la consellería es de 37.702.044 euros entre 225 proyectos. De este dinero, la empresa Ismos ingresó hasta 377.000 euros por realizar las campañas publicitarias, bajo el lema Nuestro compromiso con la solidaridad y con el logo de la consellería bien visible.
Pero no acaban aquí las curiosidades. La compañía la dirige Guillermo Gómez-Ferrer Lozano, periodista vinculado al grupo ultracatólico Hazte Oír. Ha trabajado para el IVAM, el museo que dirige Consuelo Ciscar, esposa de Rafael Blasco. Dirige, además, la revista trimestral Inicia, de la Asociación de Jóvenes Empresarios de Valencia, vinculada a al Gobierno regional. Y entre sus clientes también figuran el ayuntamiento de Valencia, la Cámara de Comercio y otras entidades culturales.