miércoles, 7 de abril de 2010

La tormenta valenciana de Gürtel

Finalmente, la tormenta Gürtel ha estallado. Ayer, por fin, se levantaba el secreto del sumario del caso Gürtel. Mientras que para la derecha no hay nada nuevo y no hay rastro de la supuesta financiación irregular del PP, para la izquierda se ha demostrado la financiación irregular del PP en la Comunidad Valenciana y Madrid. Es lo que tiene intentar interpretar 55.000 folios.
Precisamente, el juez Pedreira ha dedicado un tomo (el número 60) del sumario ha desgranar la financiación, supuestamente ilegal, del PP valenciano. Según el informe el sumario, el PP valenciano habría pagado en negro 6,3 millones por actos electorales del partido. Las facturas de Orange Market, empresa dirigida por El Bigotes, y que servía de terminal de la trama en Valencia, demostrarían una posible financiación ilegal del PP a través de cinco contratistas de la Generalitat: Sedesa, Lubasa, Ortiz e Hijos (Este empresario habría sido identificado como el que realizó las facturas falsas), Facsa y Piaf. Además, el Gobierno valenciano habría repartido adjudicaciones por un valor de 305.000 euros a las empresas Down Town, Easy Concept, Servimadrid, Diseño Asimétrico, TCM, Boomerang Drive y Rialgreen.
También se recoge una conversación entre dirigentes políticos y empresarios en la que se dice: "está previsto que le presentéis al de las galletas la factura igual que la otra". El "de las galletas" sería Enrique Ortiz e Hijos Contratistas de Obras, que realizaba las facturas falsas del partido.
Las empresas corruptas, por su parte, realizaban una facturación doble: una "real", con apariencia normal (incluso con IVA incluido); y otra perteneciente a cobros fuera de factura, sin IVA. La famosa caja A (o facturación Alicante) contenía esa contabilidad "real", mientras que la B (o facturación Barcelona) contenía la contabilidad de los cobros bajo manga.
El juez habla claramente en el sumario de financiación irregular y señala a Ricardo Costa como canalizador de esos pagos.
Además, según ha revelado El Mundo (no siempre la información Gürtel viene de El País), los máximos dirigentes del Gobierno valenciano recibían regalos por Navidad de parte de Orange Market. El Bigotes mimaba mucho a Camps y su familia (la mujer de Camps habla de la expectación que en la casa producían los regalos que hacía). Incluso los padres y los suegros de Camps recibieron un regalo, consistente en una manta. También a Ricardo Costa, del que habló con su secretaria de comprarle un iPhone (valía 1.000 euros, pero libre 800 euros; y pretendía conseguirlo por 200 euros).

Los agraciados con regalos fueron:


-Consellers: Vicente Rambla, vicepresidente de la Generalitat y conseller de Industria (apodado El Cadete, y obsequiado con un reloj); Rafael Blasco, portavoz en Les Corts y conseller de Solidaridad y Ciudadanía (no ha aprendido mucho de su consellería); Alejandro Font de Mora, conseller de Educación; Fernando de Rosa, ex conseller de Justicia y actual vicepresidente del Consejo General del Poder Judicial, que recibió una botella de vino; Manuel Cervera, conseller de Sanidad; Angélica Such, consellera de Bienestar Social; Belén Juste, consellera de Turismo; y Paula Sánchez de León, portavoz del Consell y consellera de Justicia (otra que tampoco ha aprendido nada de su cargo).


-Altos cargos: Rita Barberá, alcaldesa de Valencia, que recibió un bolso; Ricardo Costa, ex secretario general del partido, que recibió un reloj; Carlos Fabra, presidente de la Diputación de Castellón (no podía faltar el multimputado) y Adela Pedrosa, ex secretaria general del PPCV.


Todos estos agraciados se suman a la lista que ya se publicó hace un tiempo.


Y ya por último, terminemos con algo de humor. La trama da para una película:



No hay comentarios: