Riñones y gays infantiles

Los responsables televisivos hace tiempo que perdieron el norte. Esto lo sabemos muy bien en España, donde la única calidad televisiva la encontramos en la ficción, propia o extranjera. Pero el caso de España no es único: en el resto de Europa, la televisión sigue igual de desorientada. Como ejemplo, lo ocurrido en Holanda:
Mañana se estrena allí un reality en el que una donante de riñón, ayudada por los espectadores y sus SMS, deberá elegir al receptor de su órgano. Según los creadores, es una forma de denunciar la situación de las donaciones de órganos en el país (pues menos mal que no les ha dado por denunciar, yo que sé, la violencia machista, porque son capaces de poner a un hombre para que elija a qué mujer desea matar). Lo de este programa me parece, desde mi humilde opinión, una aberración. Una cosa es ser tan liberal como lo son los holandeses y otra es pasarse siete pueblos. Además, ¿quién mejor que un médico para elegir qué paciente recibe un órgano?
Y sin abandonar el mundo televisivo, quiero referirme a una noticia que me ha permitido descojonarme un rato en esta semana tan gris: en Polonia estudian la supuesta homosexualidad de uno de los Telettubies (concretamente el morado). Puedo asegurar que los Telettubies, ni son gays ni incitan a la homosexualidad. Al menos, mi sobrina que los veía es heterosexual. Joder, hay que ver hasta donde llega la obsesión de los Kazcinski (¿he escrito bien el nombre?). Sigo reiterando que, o Polonia se libra de estos indeseables (me refiero a los gemelos, no a los Telettubies) o que la expulsen de la Unión Europea.