Las falsas promesas

Estamos en año electoral y no sorprende que los políticos realizan promesas, en muchos casos falsas. Barberá ha prometido que construirá 18.000 VPOs en su próximo mandato.
A primera vista es una promesa aceptable, creíble, digna y típica de cualquier político, sea del color que sea; pero una mentira más.
Al menos así lo interpreto yo después de haber leído que el Tribunal Supremo ha condenado al ayuntamiento de Valencia ha gastar 14 millones de euros en vivienda social o terrenos. La razón de la condena se debe a que en el 2000, el ayuntamiento sacó a subasta pública unos terrenos junto a la Ciudad de las Artes y las Ciencias sin comunicárselo a la Generalitat y sin destinar una parte a VPOs, como obliga la ley. Una constructora compró la parcela por 14 millones (el doble del precio de salida) para construir pisos caros.
Y, para colmo, nadie ha dicho nada sobre la suerte que correrán los propietarios de los pisos, unas 174 familias que no sabían que sus propiedades son fraudulentas.
Por cierto, esta sentencia no es nueva en la Comunidad Valenciana; los ayuntamientos de Alicante y Calpe ya "sufrieron" condenas similares.
En fin, de esta noticia extraigo dos conclusiones: la primera es que, después de todo, parece que aún existe la Justicia; y la segunda es que de Rita no me fío ni cuando da la hora.