Pseudodebate

Por fin se ha visto en Canal 9 un debate entre los candidatos la Generalitat (Francisco Camps, del PP; Joan Ignasi Pla, del PSPV-PSOE; y Gloria Marcos, de Compromís pel País Valencià) y otro entre los candidatos a la alcaldía (Rita Barberá, del PP; Carmen Alborch, del PSPV-PSOE; y Amadeu Sanchís, de Compromís pel País Valencià). Perdón; se me ha escapado la palabra "debate". Para empezar, la hora no era la apropiada (pasada la medianoche), a pesar de lo cual, la gente demostró estar interesada por la política y dio un nivel de audiencia pocas veces visto en la cadena pública.
Sin embargo, se echaba en falta algo. El debate no estaba animado. El moderador no contribuía al ritmo necesario (cuanto hay que aprender aún de Sexto sentido, de la Sexta; o de 59", de TVE). Y cada político dijo lo que se esperaba. Gloria Marcos e Ignasi Pla se comieron con patatas a Camps. Y, aunque me duela decirlo, Rita Barberá se comió con esas mismas patatas a sus opositores acusando al Gobierno Central de no dar un duro a la Copa América (cosa absolutamente falsa) e incluso acusando al Gobierno Central de lo sucedido en Patraix con la subestación. Un discurso muy fácil el que tenía Barberá.
Lo que se vio en Canal 9 no fue un debate, si no un pseudodebate; un simulacro de debate. Es la diferencia entre una televisión pública y libre, y una televisión pública que sigue los dictámenes del Gobierno de turno.