Pucherazos

Llegan las elecciones y con ellas, una tradición española sin la cual no se entendería la "democracia": el pucherazo.
Hace un par de semanas, en Guadalajara, la Junta Electoral de Sigüenza llegó a rechazar hasta catorce candidaturas del PSOE. La razón se debe a que las siglas del partido no estaban escritas con signos de puntuación, es decir, que en la candidatura figuraba PSOE en vez de P.S.O.E. En otros casos, el fallo está en errores tipográficos (el nombre de un candidato figuraba como "Jullian", en vez de "Julián"); en obviar obviedades, valga la redundancia (el nombre de una candidata figuraba como "María Pilar", en vez de "María del Pilar"); o en no señalar el sexo del candidato (el caso de un tal "Julio", cuyo sexo no fue marcado en la casilla correspondiente). Curiosamente, la jueza artífice de esto es la misma que intentó procesar sin mucho éxito a los profesionales que participaron en 2005 en la extinción del incendio de Guadalajara que mató a once personas; tragedia con la que el PP también intentó hacer bastante ruido en su momento.
Más lejos ha ido Artemio Siurana, alcalde de Cabanes por el PP. El concejal de la Oposición, Carles Mulet le había denunciado por empadronamientos ilegales en 2007, en la antesala de las anteriores elecciones. Por ello, fue investigado judicialmente el alcalde.  Pero Siurana, ni corto ni perezoso, decidió contraatacar de la mejor forma que sabe contraatacar la derecha valenciana: cargándose la democracia. Así, varias personas han sido dadas de baja del padrón del municipio sin que se les notificara antes para comprobar si realmente vivían o no en la localidad. Se da la circunstancia de que la mayoría de estas personas dadas de baja son integrantes o simpatizantes del partido Units pel Poble, cuya lista electoral la encabeza Mulet.