sábado, 28 de mayo de 2011

Ágora


En su última película, Alejandro Amenábar se trasladó hasta la Alejandría del siglo IV para mostrar la vida de Hipatia (interpretada por Rachel Weisz), así como la caída de la biblioteca de Alejandría.
No hay que tomarla como una película histórica (¿alguna lo es?), sino más bien como una reflexión contra la intolerancia religiosa y como muestra del enfrentamiento entre razón y creencia. También intenta transmitir un lado humano al conflicto, con esas toma aéreas, en las que la gente casi se convierte en hormiguitas correteando de un lado a otro (y lo que están haciendo en realidad es asesinarse unos a otros y destruir lo que queda de civilizado y cultural).
Es una película bastante recomendable (y la demostración de que, aunque en inglés, también existen las superproducciones españolas).

Tráiler.

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