viernes, 9 de octubre de 2009

Juan Cotino y familia

Hace unos días, ya hablé de Juan Cotino y su papel en las mentiras del accidente del metro. Vuelvo a hablar de este personaje, en relación a sus negocios y los de su familia.

Y es que Cotino, actualmente conseller de Medio Ambiente, Urbanismo, Agua y Vivienda, también tiene sus negocios, como todo bien político del PP valenciano. Puede que el Gobierno de Camps esté boicoteando la Ley de Dependencia. Pero Cotino ha sabido sacar provecho de ella. En enero de 2008, el Consell financió con 436 millones un total de 2.247 plazas concertadas en 52 residencias geriátricas, de las que 20 eran de la empresa familiar de Cotino. El entonces conseller de Bienestar Social no aclaró, pese a la insistencia de la Oposición, si intervino o votó en la propuesta al Consell de este concierto de plazas en el que intervenía la empresa de su familia. Tampoco explicó por qué cambió las condiciones de los conciertos (amplió la concesión y permitió que una decena de residencias entrara fuera de plazo).

La llegada de Cotino a Bienestar Social provocó que la coincidencia de intereses volviera a los titulares. Cuando llegó a este departamento, en sustitución de Alicia de Miguel, la empresa familiar Sedesa ya ocupaba la presidencia de Gerocentros del Mediterráneo SL, una sociedad que operaba con la marca Savia Centros Residenciales que, en 2007, ya contaba con una red de 14 geriátricos en la Comunidad Valenciana más otros diez en construcción. El salto de la familia Cotino al negocio de las residencias se produjo en 2001, bajo la batuta de Rafael Blasco que, en virtud del plan de creación de nuevas residencias, lo convirtió en el principal adjudicatario, con 28 centros, lo que la erigió en el principal grupo geriátrico valenciano con la gestión de 3.200 plazas.

El grupo Savia, una red de residencias de la tercera edad vinculada a la familia del vicepresidente tercero de la Generalitat Valenciana, Juan Cotino, incrementó en un 170% su volumen de plazas concertadas cuando este dirigente llegó a la Consejería de Bienestar Social. En 2006 los Centros Residenciales Savia tenían 213 plazas subvencionadas; sin embargo, pocos meses después de que Cotino cambiara la cartera de Agricultura, Pesca y Alimentación por la de Bienestar Social la cifra se había triplicado hasta llegar, a finales de 2008, a 1.938. Savia recibió treinta millones de dinero público en 2008.

Por supuesto, la familia Cotino no podía desaprovechar el boom urbanístico vivido en España en los años anteriores a la crisis. Vicente Cotino Escrivá, sobrino de Juan Cotino, dirige Sedesa. Este consorcio de empresas se dedica a: la obra pública (construcción de carreteras, encauzamiento de barrancos, ejecución de depuradoras) e intereses urbanístico y la promoción inmobiliaria con la ejecución de polígonos, construcción de viviendas protegidas, algún PAI; el negocio de las Inspecciones Técnicas de Vehículos (ITV) cuando fueron privatizadas por el PP (un negocio que revendió en 2004); en la construcción y gestión de aparcamientos; las energías renovables (es socio de Endesa y Bancaja para construir 18 parques eólicos); la minería; el sector medioambiental; la distribución de maquinaria para las obras públicas; e, incluso, la gestión de residencias geriátricas.

Precisamente, a finales de los 90 el PSPV ya intentó instigar una investigación de las adjudicaciones del Gobierno y el Consell (ambas en manos del PP) a las empresas de la familia Cotino que acabó ejecutando obras en l'Oceanogràfic, la línea 5 del metro (actualmente también construye el soterramiento del tren en Alboraia) o los movimientos de tierras para construir Terra Mítica.

Y, como no, estando metidos en todos los ajos valencianos, la familia Cotino tenía que verse implicada en la trama Gürtel. Según el informe policial que vinculaba a seis constructoras con la financiación ilegal del PP, una de esas constructoras era Sedesa. En concreto, Sedesa tiene intereses en la cartera que lleva Cotino, conseller y ex director general de la policía de José María Aznar: tratamiento de residuos, limpieza inmobiliaria o depuración de aguas. Todos estos datos constan en el informe que la Brigada de Blanqueo.
Según los Cotino, la relación con Orange Market era puramente comercial. Curiosamente, según las fotografías obtenidas por la policía, el pasado 26 de enero, se reunieron, en el hotel Gran Fénix de Madrid, Pablo Crespo, número dos de la trama dirigida por Francisco Correa; Pablo Collado, trabajador de la red; y Álvaro Pérez El Bigotes, con Vicente Cotino, el sobrino de Juan Cotino y dirigente de Sedesa.

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