Que los empresarios tienen buenas relaciones con los políticos es innegable. Se nos hace tan normal que ni nos sorprende. Y Valencia no es la excepción.
Un ejemplo:
Álvaro Pérez dirige la empresa Orange Market. La empresa figura en el listado de mercantiles que incumplieron con la obligación que marca la ley de Régimen Electoral General de comunicar al órgano fiscalizador las prestaciones realizadas a los partidos políticos en campaña electoral. Facturó 175.000 euros a los conservadores en las autonómicas. Y es que no hay nada como ser amigo de Camps para alcanzar toda clase de privilegios, incluso dentro del mercado valenciano.
Pérez estuvo vinculado a la firma Special Events, uno de los principales proveedores de PP a nivel nacional y en cuyo consejo de administración figuraban sociedades ligadas a paraísos fiscales. Sin embargo, tras perder las elecciones generales en 2004 y tomar Mariano Rajoy el control del partido, Pérez perdió influencia en Génova y decidió instalarse en la Comunidad Valenciana. Su relación con Rajoy nunca fue buena.
Sin embargo, sus buenas relaciones con el Partido Popular valenciano le han permitido abrirse un hueco en el siempre complejo mercado valenciano. Se ha convertido en la empresa de referencia de la dirección regional y fue uno de los responsables de montar la escenografía del congreso regional del pasado mes de octubre en Feria Valencia en el que salió reelegido Francisco Camps.
A principios del año 2008, Orange Market se hizo con un contrato de servicios de apoyo en materia de márketing con Feria Valencia, el escenario preferido por la dirección regional del PP para montar grandes actos de partido. Orange Market también es adjudicataria desde hace varios ejercicios del montaje del expositor de la Comunidad Valenciana en Fitur, contrato adjudicado por la Generalitat con un presupuesto que ronda los 750.000 euros.
viernes, 16 de enero de 2009
Mis amigos los empresarios
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