domingo, 18 de enero de 2009

Jekyll

De todas las versiones modernas que se han hecho sobre el mito de Jekyll y Hyde, la serie británica Jekyll (emitida por Cuatro en nuestro país) es la mejor. En realidad, más que una adaptación a nuestra época de la novela de Robert Louis Stevenson es una vuelta de tuerca.
En esta serie, un doctor trata de mantener controlado a su lado oscuro. No sabe por qué está ahí, pero está. Y por eso trata de mantenerlo al margen de la vida pública utilizando la más alta tecnología. Por su parte, su lado oscuro, no sabe de la vida pública (matrimonio feliz, hijos...) de su personalidad buena. Los dos comparten, como es evidente, el cuerpo. Y ambos, además, ignoran que una organización quiere hacerse con él/ellos.
James Nesbitt interpreta, de una forma magistral e increíble, a los dos alter egos. Es la mejor baza de la serie. Porque esta empieza a fallar cuando intenta explicar el motivo de la existencia de las dos personalidades (que incluyen transformaciones físicas). Casi parece que estemos ante una serie estadounidense, aunque sigue manteniendo la esencia de la nueva ficción televisiva británica.
Tiene algunos altibajos pero se deja ver. Hay cosas peores que vienen de la televisión extranjera.

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