Allá por el año 2008 decidí comenzar una investigación sobre el accidente de metro ocurrido en Valencia en 2006. A pesar de que la crisis ya empezaba a colear, el tema seguía siendo tabú para la sociedad valenciana, pero aún más, para los trabajadores de la empresa. Encontré mucha oposición entre muchos trabajadores para hablar conmigo (otros sí que hablaron conmigo, todo sea dicho de paso). Solo cuando publiqué mi libro sobre el tema, se pusieron en contacto algunos trabajadores para contarme su visión del accidente. Y algunos más se pusieron me contactaron cuando sus puestos de trabajo se encontraron amenazados por un ERE, o cuando Jordi Évole mostró a toda España cómo se manipuló la memoria de este accidente.
Este recuerdo me vino ayer a la memoria al ver las reacciones después de que se anunciara el cierre de Ràdio Televisió Valenciana (RTVV). El cierre se anunció después de que fuera rechazado, judicialmente, el ERE que ponía en la calle a mil empleados del ente público.
En el informativo de la tarde pudimos ver a un gran número de trabajadores de la cadena pública en el plató. En ese informativo, el único en el que se oyeron verdades como puños desde que gobierna el PP en esta comunidad, los trabajadores decidieron que, para lo que les quedaba en el convento, se cagaban dentro. Y es elogioso. Pero al igual que en el caso del metro, yo me pregunto dónde estaban hasta ahora.
Tú, trabajador de RTVV, ¿dónde estabas cuando se manipulan las noticias; cuando Gürtel era una palabra prohibida; cuando la corrupción era la última noticia del día y a la que se dedicaba, con suerte, medio minuto; cuando Camps aparecía incluso en las noticias deportivas o en la previsión del tiempo? ¿Dónde estabais los críticos de la empresa (y de cualquier empresa pública valenciana) en los años de derroche de dinero, en los años dorados en que corrían barcos y monoplazas de Fórmula 1 en el puerto de Valencia; dónde estabais cuando Canal 9 ocultaba que 43 personas habían muerto en un fatídico viaje en metro; dónde estuvisteis los siete años en que las víctimas de aquel accidente reclamaban mes tras mes Justicia y dignidad?
Y cuidado, no les estoy echando la culpa del hundimiento de RTVV a los trabajadores. La culpa la tienen los grandes directivos y los políticos. Ellos, que dilapidaban dinero público en grandes cantidades; ellos, que se dejaban envenenar por la corrupción (emisión de la visita de Benedicto XVI; Pedro García y su vinculación con Gürtel; Vicente Sanz, el autor de la famosa frase "Estoy en política para forrarme", convertido en un acosador sexual...). Pero el paripé montado en el informativo de ayer (que no dejaba de ser un paripé, una pataleta rabiosa al aire) solo me llevaba a preguntarme una cosa: dónde estabais los días, meses, años anteriores. La respuesta es muy fácil: tragando. Y no me vale la excusa de necesito un trabajo para vivir o tengo que mantener a una familia. Lo denunciable en Canal 9 (o en cualquier otra empresa) debe denunciarse en cuanto se conoce, no cuando ya sabes que estás despedido. Porque si ayer la Generalitat no hubiera anunciado el cierre de RTVV, ¿se habría formado la que se formó en el plató de Canal 9? ¿Habríamos oído lo que oímos? Seguramente no.
Vaya toda mi solidaridad con los trabajadores. Pero que nadie hable de dignidad y valentía, que no la hubo (ni la hay) en los veinte años precedentes. Todos vamos a llorar la caída de RTVV, pero algunos deberían derramar lágrimas muy amargas y no ir ahora de mártires.
miércoles, 6 de noviembre de 2013
RTVV RIP
Firmado por Kurtz a las 9:52
Categoría: Televisión
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2 comentarios:
Si uno se juega el puesto de trabajo, traga. Y más si es el pan de sus hijos. Sólo hay que imaginarse que estás en su lugar.
Sinceramente, sigo pensando que no podría hacer un trabajo que sé que no debería hacer. Incluso aunque tuviera familia. Pero no sé, quizá sea yo yo raro.
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