Hace unos días los partidos llegaban a un acuerdo para repartirse el poder judicial. Los del PP serán los que tengan más miembros (10), incluido el presidente, con lo que su voto será el que rompa eventuales empates. Siete de los miembros serán del PSOE, uno del PNV, otro de CiU y otro de Izquierda Unida. La tendencia es la de siempre, PP y PSOE, con ayuda de los nacionalistas catalanes (CiU) y los vascos (PNV) se reparten el poder. Entra en este reparto, quizá para sorpresa de algunos, la autodenominada "izquierda pura", o sea, Izquierda Unida (IU). Pero al final, el objetivo es el mismo: controlar los diferentes estamentos del poder; en este caso, la Justicia.
¿Podemos aspirar a una Justicia de verdad cuando está controlada por los partidos políticos? ¿Cómo puede investigar la Justicia las corruptelas de los partidos políticos (por ejemplo, Gürtel o Brugal) si los miembros de su órgano de gobierno los eligen los políticos que van a ser investigados?
La ciudadanía necesita una Justicia de verdad, una Justicia democrática. Y eso pasaría por hacerla completamente independiente del poder político. ¿Por qué no somos los ciudadanos los que elegimos a los miembros del poder judicial, en vez de los políticos corruptos y ladrones que nos gobiernan?
viernes, 22 de noviembre de 2013
El pastel de la Justicia
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