sábado, 23 de noviembre de 2013

Un profeta



El cine francés goza de muy buena salud. Y Un profeta es una buena muestra de ello.
Narra la historia de un joven francés de origen árabe que ingresa en prisión. Al principio parece que su estancia será difícil, porque se encuentra solo, pero gracias a su carisma logra adaptarse con facilidad. Se gana la confianza de los miembros de la mafia corsa, que controlan lo que sucede en la cárcel gracias a que sobornan a los guardias.
La película es dura, sin apenas concesiones. Jacques Audiard, el director de la cinta, sabe llevar al espectador por terrenos terribles pero reales. El espectador se queda enganchado porque está recibiendo una bofetada de realidad. Lo que muestra Audiard es un universo ante el que preferimos volver la vista. Y a pesar de las dos horas y media que dura, la película no se hace larga ni pesada. Es, en definitiva, una gran muestra del cine francés reciente y una de las mejores películas, en general, de los últimos años. No en vano, nominaciones y premios no le faltaron en los más prestigiosos festivales de cine en su año: el 2009. Y es que en esta película es casi todo perfecto: el guión, la dirección, las interpretaciones...

Tráiler.

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