El 3 de julio de 2006, una unidad del metro de Valencia volcaba en el interior de un túnel y provocaba la muerte de 43 personas y heridas a otras 47. A día de hoy, no sabemos realmente qué ocurrió en ese túnel, porque desde las instituciones públicas responsables se propagó una versión oficial falsa, que ocultaba las verdaderas causas del accidente. A día de hoy, tampoco hay ningún responsables, a excepción del maquinista, fallecido en el accidente. José Ramón García Antón (entonces conseller de Infraestructuras) fue cambiado a una consellería más importante en 2007, y falleció en 2009; Francisco Camps (entonces presidente de la Generalitat) dimitió en 2011, aunque no por el accidente sino por su implicación en el caso Gürtel; y Marisa Gracia (directora gerente de FGV, la empresa pública que gestiona el metro) dimitía el martes pasado, aunque tampoco por el accidente, sino por la gestión del futuro ERE que provocará numerosos despidos en la empresa. Lo que está claro es que aún seguimos sin saber qué sucedió realmente en ese túnel, como decía anteriormente (aprovecho, ya que estoy, para promocionar mi libro sobre el accidente de metro, que para eso lo he escrito).
En Madrid, la noche del miércoles se vivió otra tragedia. Durante una macrofiesta de Halloween en el Madrid Arena se produjo una avalancha de gente. Cuatro chicas han muerto y una aún está ingresada en el hospital en estado grave. Hay dos responsables principales: la empresa organizadora y el ayuntamiento de Madrid. La alcaldesa Ana Botella lo tiene claro, a partir de ahora nada de macrofiestas en edificios municipales de Madrid. Medida populista, tomada a golpe de titular, y que sólo sirve para quitarse responsabilidades de encima. Si Ana Botella hubiera sido alcaldesa de Valencia en 2006, ¿hubiera prohibido utilizar el metro después de la tragedia del 3 de julio?
En 1989 ocurrió la tragedia de Hillsborough, en Sheffield (Inglaterra). En el estadio de Hillsborough se produjo una avalancha de personas que provocó la muerte de 96 personas, todas ellas aficionados del Liverpool. Esto fue aprovechado por el Gobierno de Margaret Thatcher para atacar el hooliganismo. Sin embargo, en septiembre de 2012 se ha sabido que los responsables de la seguridad del estadio, y por tanto, culpables de la tragedia, era la propia policía. Hasta entonces, la versión oficial acusaba a los aficionados del Liverpool de ser los causantes de la tragedia que, como decía antes, provocó la muerte de la mayor parte de ellos. ¿Hubiera prohibido Ana Botella el fútbol? Aunque viendo como se ocultó en este caso la realidad, la pregunta que me hago es: ¿sabremos algún día la verdad sobre el caso del accidente de metro de Valencia?
La verdad es que da asco cómo los políticos se quitan responsabilidades cuando gobiernan.
sábado, 3 de noviembre de 2012
Tragedias en Valencia, Madrid y Hillsborough
Firmado por Kurtz a las 13:44
Categoría: Accidente del Metro
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3 comentarios:
Puede, que cuando los políticos y amiguitos culpables estén ya bajo tierra se pueda saber algo... en fin...
Lo cual, a mí personalmente, no me serviría de consuelo.
ni a mi claro!
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