martes, 27 de noviembre de 2012

Lo que sea por mi Fabra

Era un 18 de diciembre de 2003, cuando un empresario de Castellón plantaba una denuncia contra el entonces presidente de la Diputación de Castellón, Carlos Fabra. Han pasado casi diez años desde entonces y ha llovido mucho. Para empezar, Carlos fabra ha batido casi todos los récords de imputaciones por diversos delitos de corrupción política. A pesar de ello, el pueblo castellonense le ha seguido votando sin ningún pudor, con mayorías absolutas. ¿Y en la Justicia?
No sólo Fabra no está en la cárcel, sino que la Justicia ha presenciado un desfile que casi daría risa si el tema no fuera tan serio: 9 jueces, otros tantos fiscales, alguna que otra promoción de abogados del Estado... Desde que se inició el caso Fabra ha habido tres fiscales generales del Estado, tres presidentes del Consejo General del Poder Judicial, dos presidentes del tribunal Superior de Justicia de Valencia, dos presidentes de la Generalitat y varios consellers de Justicia.
La dilatación de la investigación (una estrategia que busca la prescripción de los delitos cometidos por Fabra) cuesta dinero público. De momento, nadie se atreve a publicar la cantidad porque seguramente provocaría un escándalo de dimensiones épicas.
Pero si hay un responsable en todo este asunto es Carlos Domínguez Domínguez, juez que preside la Audiencia Provincial de Castellón. Fue nombrado por el Consejo General del Poder Judicial el 9 de octubre de 2003 y reelegido por cinco años más el 3 de diciembre de 2008. Desde su posición, a Carlos Fabra nunca le ha faltado ayuda en los momentos oportunos.
En noviembre de 2006, la sección que preside Domínguez tramitó y resolvió un recurso que supuso un nuevo retraso de varios meses en la instrucción del caso. El 27 de diciembre de 2010 declaró prescritos cuatro de los cinco delitos fiscales que pesaban sobre Fabra. En marzo de 2012, cuando estaba a punto de fijarse la fecha del juicio contra Fabra, la audiencia provincial decidía devolver el caso al juzgado de Nules.
En Castellón, la amistad entre Fabra y Domínguez es uno de esos secretos a voces. Visto lo visto, no extraña que Domínguez siempre haya tendido su mano amiga al político imputado. Para eso están los amigos. Y más, cuando los amigos ostentan tanto poder.

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