miércoles, 15 de junio de 2011

Brugal: favores, chivatazos y la historia que se repite; características comunes de la corrupción valenciana

Siguen saliendo nuevos datos sobre la trama Brugal, que cada vez más adquiere los tintes típicos de una trama de corrupción valenciana.
Y es que, para empezar, los regalos volaban, y no eran precisamente los típicos regalos del amigo invisible. A los ya sabidos, se pueden añadir tres bungalows gratis que recibieron los hijos de Luis Díaz Alperi, exalcalde de Alicante. Los bungalows fueron a cambio de favores urbanísticos a Enrique Ortiz. Éste, junto a Aurelio González Villarejo, importante empresario de Castilla-La Mancha, ocultaron los pagos a través de un holding empresarial. Los dos empresarios crearon este holding empresarial para ejecutar unos bungalows en una zona residencial de Alicante. Tres de los bungalows fueron para Elisa Díaz Alperi (diputada en Les Corts), que recibió dos bungalows; y Otto Alperi, que recibió uno. Ambos son hijos de Luis Díaz Alperi. Otto Alperi llegó a deber 7.000 euros de alquiler de su bungalow son que nadie le reclamase el pago de la deuda. Curiosamente, Otto Alperi también recibió 30.000 euros de Ortiz para crear una empresa que tenía los contratos públicos municipales siete meses antes de su adjudicación.
La operación de los bungalows se produjo en octubre de 2008, una época en la que se estaba negociando para la planificación del primer Ikea en la Comunidad Valenciana, en suelo perteneciente a Ortiz.
La actual alcaldesa de Alicante, Sonia Castedo, también implicada en el caso Brugal, ha reconocido que en 2008 "era normal" recibir regalos "en cualquier estamento", pero "ahora lo normal se ha convertido en algo anormal".

Otro punto en común es la preocupación entre los implicados por los pinchazos telefónicos, lo que hace suponer que la conciencia no la tenían tan tranquila. En una de las conversaciones captadas por la policía, la propia Sonia Castedo advertía a Enrique Ortiz de que la policía pudiera tener pinchado su teléfono. Para Ortiz, eso era mentira (lo que demuestra que Ortiz tenía pocas luces). En otras de las conversaciones, David Serra, vicesecretario del PP valenciano y también implicado en la trama Gürtel, advertía el 11 de julio de 2009 a Enrique Ortiz (que entonces estaba navegando con su yate en las islas Pitiusas) de que tuviese atado todo lo relacionado con las facturas. ¿Temía algo Serra? Serra mostraría sus temores a Ortiz el 6 de febrero de 2009 cuando volvió a llamar a Ortiz tras la detención de Francisco Correa, cabecilla de la trama Gürtel.

Una tercera característica común con otros casos de corrupción en la Comunidad Valenciana es la actitud chulesca y de "las urnas me han absuelto". En este caso, esa actitud es la de Sonia Castedo. Durante su investidura como alcaldesa de Alicante recibió abucheos y gritos que referenciaban su implicación en la trama Brugal (pequeño paréntesis para elogiar a los dos concejales que abandonaron el acto para sumarse a los manifestantes). Castedo se muestra tajante: "Lo que las urnas han dicho no puede modificarse en otros lugares". O lo que es lo mismo, los alicantinos me han votado y eso signifique que estoy absuelta. Habría que recordarle a Castedo que, en caso de ser juzgada y encontrada culpable, deberá cumplir condena, independientemente del número de alicantinos y alicantinas que la voten.

La última característica común, por el momento, es cómo logran la absolución judicial. Carlos San Martín, juez titular del juzgado de primera instancia número 3 de Orihuela ha anulado parte de las escuchas del caso Brugal por considerar que carecen de motivación o que ésta no es suficiente. Es la misma estrategia con la que el PP se salvó del caso Naseiro y con la que pretende salvarse también del caso Gürtel. Aunque a veces esa estrategia ha fallado, como en el caso de Jaume Matas, el expresidente de Baleares por el PP.

No hay comentarios: