(Un hombre navegando en un túnel de la inacabada Línea 2 del metro de Valencia.)
En mayo se publicaron una serie de imágenes en un blog que, sin embargo, han pasado desapercibidas hasta hace unas semanas, que aparecieron en el diario Levante-EMV. En las imágenes se ve a varias personas colándose en un túnel abandonado perteneciente a la inacabada Línea 2 del metro de Valencia. Las imágenes más impactantes pertenecían a un momento dado en que los protagonistas llegan a una parte en que el túnel está inundado y navegan con una barca hinchable por el mismo. Ese mes había llovido intensamente en Valencia y, según la consellería de Infraestructuras, el sistema de drenaje del túnel había sido "saboteado". Esta línea que no ha sido terminada, iba a ser la estrella de la red de metro de Valencia. Hoy día necesita 190 millones de euros para ser terminada. Mientras el túnel languidece, como si las autoridades esperasen a que colapse.
FGV es la empresa pública que gestiona el metro de Valencia. Hoy en día está inmersa en un ERE que dejará en la calle a más de trescientos trabajadores. Y todo con la complicidad de los sindicatos principales (en el tema metro, los sindicatos suspenden estrepitosamente). La mayoría de estos despidos serán prejubilaciones. La excusa oficial es que no hay dinero. Es uno de los muchos ejemplos de lo que está pasando en Valencia. Antes se derrochaba dinero; ahora tenemos que mendigarlo. ¿Por qué? Sin duda, por la mala gestión. Una mala gestión de los dirigientes (Marisa Gracia, directora gerente de FGV hasta ocutbre del año pasado; o los sucesivos consellers de Infraestructuras, como José Ramón García Antón, Mario Flores o Isabel Bonig, quienes también ejercían como presidentes de la empresa). Y esa mala gestión de los dirigentes acaban pagándola los trabajadores.
El 3 de julio de 2006 se produjo el accidente de metro de Valencia, del que aún quedan muchas incógnitas que resolver. Un accidente que debería haber servido para que la empresa invirtiera más dinero en seguridad y modernización de las infraestructuras. Sin embargo, el dinero sólo se gastó en tapar la verdad, en manipularla y en organizar cenas para celebrar los resultados. Todo ello con dinero público, recordémoslo. Aquellos que se plegaban a la verdad oficial eran ascendidos y lograban mejoras salariales y laborales. Los que se atrevían a denunciar acababan relegados al ostracismo.
FGV es un ejemplo, dentro de un océano de empresas públicas valencianas, de lo ruinosos que han sido nuestros gestores públicos. Por ellos estamos ahora como estamos, siendo una auténtica vergüenza nacional. Por ellos, no es extraño que aquí se den situaciones tan vergonzosas como un hombre navegando en un túnel de metro inacabado. Eso por no hablar del suceso más vergonzoso que ha vivido esta ciudad en mucho tiempo: ocurrió hace más de seis años, un 3 de julio, hacia la una del mediodía...
2 comentarios:
La foto es extraordinariamente "reveladora", si no fuera por lo que relatas y porque se trata de un despropósito mayúsculo, la reacción más natural ante esa escena sería sonreír, incluso soltar una carcajada.
Saludos.
Es algo que pasa con muchas de las cosas que suceden aquí en Valencia.
Saludos.
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